domingo, 3 de diciembre de 2017

Rodri, el héroe de Varsovia

Por Damián Muñoz


Corría el año 1971 y el Atléti, después de eliminar al Cagliari en el Estadio del Manzanares en una noche que está escrita en letras de oro en su gloriosa historia, estaba inmerso en la disputa contra el Legia Varsovia de los ¼ de final de la tan anhelada Copa de Europa. El 10 de marzo de 1971 se había jugado el partido de ida en el Manzanares, con resultado favorable (1-0) a los jugadores que dirigía el gran Marcel Domingo. Adelardo, en el minuto 22 de la primera parte había puesto en el marcador el único gol de la noche. 

El partido de vuelta en Varsovia se presentaba difícil y complicado. El Legia estaba conformado por grandísimos jugadores como Deyna o Gadocha y, en general, los equipos del este de Europa eran rivales a tener muy en cuenta. Tres años después la selección de Polonia, con gran cantidad de jugadores del Legia, quedó en tercera posición en el mundial de Alemania, ganando el partido por el tercer y cuarto puesto al Brasil de Luiz Pereira.



El 24 de marzo de 1971, en horario de tarde, el equipo rojiblanco salta al Wojksa Polskiego dispuesto a certificar su pase a las semifinales del torneo. Pero desde los primeros minutos los jugadores atléticos perciben que la tarea marcada no será sencilla sino todo lo contrario. A los 30 segundos del partido Orozco es cazado por un defensa polaco, y las consecuencias son una lesión muy grave del delantero toledano, rotura de peroné, y perdida del jugador para el resto de la temporada. A los 7 minutos se realiza el cambio y Salcedo entra en lugar del lesionado Orozco, quien es trasladado al vestuario, donde alguna seguidora rival tampoco se lo pondrá fácil. El gol de Salcedo, en el minuto 11, hace pensar que la eliminatoria ha quedado resuelta, pero la actuación del Sr. Taylor, escamoteando dos penaltis al equipo madrileño, y el empuje polaco hará que la tarde se haga interminable. Los goles de Pieszko en el minuto 25 y de Stachurski en el minuto 53 ponen un nudo en la garganta de los aficionados colchoneros que siguen los acontecimientos a través de la transmisión que por las ondas realiza Andrés de Sendra en la desparecida Radio España. 

Y ahí, en ese crítico momento entra en escena nuestro héroe, y éste no es otro que el gran cancerbero rojiblanco, Roberto Rodríguez “Rodri”.

El Legia está a un solo gol de voltear la eliminatoria y su ataque es total, pero ante el acoso del equipo polaco, Rodri responde con gran seguridad, deteniendo todos los disparos que van entre los tres palos y blocando o despejando de puño los innumerables centros al área. Cronos escribe “Rodri acertó a hacer paradas que nunca olvidará”, y Luis Arnaiz, periodista de As, desplazado a Varsovia, califica la actuación de Rodri con un cuatro, cuando habitualmente se calificaba de cero a tres. 


El tiempo parece que se ha detenido y los minutos son horas para los que están presenciando el partido en el estadio del Ejército Polaco y para todos los que lo seguimos por radio. Entre los anuncios publicitarios “fume puros la Flor de la Isabela” o “la Antigua Relojería de la calle de la Sal” el locutor de Radio España traslada por las ondas radiofónicas las avalanchas polacas y los agobios sufridos para mantener el resultado, y en medio de este fragor solo se oye el nombre de Rodri. Centro al área que Rodri detiene; Rodri rechaza pero se juega el tipo y se adelanta al delantero polaco; Rodri bloca con seguridad.

Por fin termina el partido y el equipo de Marcel Domingo se clasifica para las semifinales de la Copa de Europa, gracias al esfuerzo y a la garra mostrada por todos los jugadores que esa tarde han defendido la camiseta rojiblanca, y en especial gracias a la portentosa actuación de Rodri.

Rodri seguirá defendiendo la portería rojiblanca muchas más tardes, con grandes actuaciones, aportando su granito de arena para que el equipo alcance nuevos triunfos y títulos (copa de 1972, liga 72/73) pero, sin duda, permanecerá en el recuerdo de los aficionados del Atleti por su grandísima actuación, una tarde del mes de marzo, allá por el año 1971 en la lejana Varsovia.   



Roberto Rodríguez Aguirre nació en Logroño el 14 de noviembre de 1942.

Jugó en los juveniles del Atlético de Madrid, hasta que en la temporada 1964/1965 fue cedido al Pontevedra, con el que consiguió el ascenso a la Primera División.

Debutó con el primer equipo del Atleti el 16 de enero de 1966 en partido jugado en Málaga, con resultado final de 1-1. Esa temporada se proclama campeón de liga con el Atleti. Jugó un total de 136 partidos oficiales con la camiseta del Atlético de Madrid. El 16 de diciembre de 1973 disputó su último partido con el Atléti, en la jornada 14 del campeonato nacional de liga, enfrentándose al Real Zaragoza en el Vicente Calderón, con resultado de empate a cero.  

Con el Atlético de Madrid, Rodri ganó:

- 3 ligas (65/66, 69/70 y 72/73)
- 1 copa (71/72)

El 8 de julio de 1965, se proclamó Campeón del Mundo Militar con España, al derrotar a Marruecos por 3-0 en el último partido de la liguilla, con una gran actuación de Armando Ufarte.

El 1 de septiembre de 1975, el Atlético le brinda su merecidísimo “partido homenaje”, en encuentro disputado en el Estadio Vicente Calderón entre el Atlético de Madrid y El Sporting Clube de Portugal. Ese día se presentaron con el Atleti, los jugadores brasileños Ivo y Sena, que no convencieron a la parroquia colchonera. Unos días después eran sustituidos con el fichaje de otros dos brasileños, los legendarios Pereira y Leiviña. 
  
Damián Muñoz
Socio de @BenditalocuraAt

No hay comentarios:

Publicar un comentario