domingo, 30 de septiembre de 2018

Aquellas tardes en el VAR

Por Daniel Alcázar


Ningún aficionado al fútbol concibe un partido sin una previa. Sea en un bar o en un parking, es casi una obligación moral y ética quedar con tu allegados horas antes del inicio del encuentro a contarse las penas y las glorias en “tu” bar. Porque no vale un local cualquiera. Tiene que ser un sitio, por el cual sientas tanto cariño que le acabas tratando como a un hijo, dotándolo de un carácter especial después de tantas y tantas noches de alegría y júbilo.

Sin embargo, el concepto que todos teníamos del bar está mutando. Ha surgido una nueva palabra con la misma pronunciación fonética que nos hace dudar de su significado. No es otra que VAR (Video Assistant Referee), el nuevo sistema de arbitraje que ayuda a los colegiados a tener más acierto a la hora de arbitrar las jugadas polémicas que se producen en cada partido. El fútbol pedía a gritos una modernización y esta ha llegado en forma de video arbitraje.


Ha demostrado tanto en el Mundial como en el Calcio italiano ser un herramienta fiable. Sin estar aún exento de polémica, ha sabido resolver muchas ocasiones donde el árbitro principal había fallado, haciendo más justos los partidos y llevando al fútbol a la altura de otros deportes como el tenis o baloncesto donde la tecnología era algo habitual en cada partido. A pesar de ello, su implantación en España ha traído cola. Era de esperar, pues en este país la polémica es el pan de cada día, pero el caso del VAR es más significativo, pues es una herramienta cuyo objetivo era acabar con la mala fama de los árbitros españoles y no ha hecho más que acrecentarla.

Tenemos que recordar que el VAR sigue dependiendo del factor humano. Es decir, es el árbitro quién sigue teniendo la última palabra, siendo el video arbitraje una herramienta más, la cual depende del colegiado utilizarla de una manera o de otra. Por lo tanto esa teórica “subjetividad” de la que se critica a los árbitros españoles se sigue manteniendo. Por lo tanto, la pregunta que nos surge es: ¿El VAR es realmente una ayuda?

La respuesta es sí, pero con muchos matices. A su favor, se ha demostrado a lo largo de estas 7
jornadas que el video arbitraje ha resuelto varias situaciones donde el colegiado había fallado, algo nunca antes visto en la liga. Desgraciadamente, sí que se han vuelto a observar situaciones donde ni el VAR ha logrado poner orden. Es el caso de las manos, fueras de juego, agresiones...todas ellas situaciones en las que curiosamente el árbitro de turno no usa el VAR al no creer necesaria su ayuda, pues su criterio vale más que ver la repetición de la jugada.


La FIFA debería regular el uso del VAR e instar a los árbitros a utilizar su ayuda cada vez que tengan una duda. O permitir a los entrenadores tener la oportunidad de reclamar cuando haya una situación dudosa, algo que funciona a la perfección en deportes como el tenis. A pesar que estas medidas pueden interrumpir el numerosas ocasiones el ritmo del encuentro, ya se está parando por la rehidratación de los jugadores, por lo que no sería una solución tan descabellada.

De todas formas no podemos negar que el VAR ha cambiado la manera del fútbol. En cada encuentro público, jugadores y entrenadores esperan con una extraña expectación nunca antes vista que solucione a su favor las jugadas polémicas. Sin embargo, por mucho que el fútbol evolucione, ningún tipo de tecnología podrá acabar con las previas en el bar, porque eso es algo que ni el VAR puede solucionar.

Daniel Alcázar
Socio de @BenditalocuraAt

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