Por Fernando Llopis
Cada vez está más en boga el utilizar vídeos e imágenes como herramientas docentes. Con ellos se pueden conseguir generar más atención y que los conceptos explicados se puedan entender más fácilmente. Además, y lo que es más importante, que se puedan retener en memoria en el tiempo, al poder relacionar por ejemplo, un concepto teórico con un video llamativo.
Cada vez está más en boga el utilizar vídeos e imágenes como herramientas docentes. Con ellos se pueden conseguir generar más atención y que los conceptos explicados se puedan entender más fácilmente. Además, y lo que es más importante, que se puedan retener en memoria en el tiempo, al poder relacionar por ejemplo, un concepto teórico con un video llamativo.
Obviamente sería muy complicado encontrar este tipo de relaciones de video-conceptos para todos los casos, e incluso podría ser contraproducente si se abusara de ellas. Uno de mis pequeños vídeos que suelo utilizar es un fragmento muy corto de una rueda de prensa que dio el entrenador del Atlético de Madrid, el cholo Simeone, hace ya algunos años.
Yo imparto clases de Ingeniería en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante, y dentro de los temas a explicar, algunos se refieren al uso de las metodologías ágiles utilizadas entre otros para el desarrollo de proyectos software.
Hace algunos años el desarrollo software se basaba en el modelo en cascada, en el que ya desde el inicio del proyecto debías tener totalmente claro todos y cada uno de los objetivos que querías cubrir con el proyecto. Esto tenía algunos problemas, ya que los objetivos muchas veces no se conocían durante la fase inicial del proyecto o simplemente cambiaban en función de la evolución del mismo. Así, dedicabas mucho tiempo planificando y detallando tareas que simplemente no ibas a desarrollar. También se procuraba ser lo más fiel posible a una planificación inicial de un proyecto, que difícilmente podría ser la misma al ir cambiando sus requisitos.
Además, generaba el problema en los equipos de trabajo que dedicaban su tiempo a divagar sobre elementos con los que iban a trabajar en el futuro, perdiendo tiempo que podrían utilizar en los elementos con los que estaban trabajando en ese momento.
Las metodologías ágiles entre otros aspectos plantean que te debes centrar en los objetivos más a corto plazo y realizar una planificación a largo plazo mucho más adaptativa ante los cambios que puedan surgir.
A pesar de todo, en general los clientes y los jefes se preocupan sobre todo por el estado general del proyecto sobre los objetivos finales y cuánto tiempo nos queda para alcanzarlo. Esa presión puede despistar al equipo de desarrollo de su objetivo fundamental, que no es otro que trabajo que se está desarrollando en ese momento.
En una de las recientes ligas, parecía que el objetivo del Atlético de Madrid era pelear con Sevilla y Valencia por la tercera plaza. Pero los tropiezos de estos equipos podían plantear que los objetivos podían ser más ambiciosos, y así, un periodista esperando que el entrenador atlético le dijera que el objetivo iba a ser la liga le detalló todas esas consideraciones.
Tras un minuto de pregunta sobre los objetivos finales del atlético, el cholo Simeone, genio y figura, se limitó a responder: “partido a partido”. Y es una gran verdad, cuando el futbolista piensa en el partido de aquí a dos semanas puede que pierda el que va a jugar la semana siguiente. En los desarrollos software ocurre algo parecido. Obviamente, debe haber una planificación general, pero el equipo debe centrarse en los objetivos a corto plazo que son los únicos reales.
Recuerdo que en la liga que el atlético de Madrid ganó dirigido por Radomir Antic, veníamos de dos temporadas flirteando con el descenso. Pero aquella temporada fue especial con un arranque fantástico, pero todos los medios pensaban que aquel equipo, que casi baja durante dos años consecutivos y que apenas se había reforzado, iba a ser flor de unas pocas semanas.
Por cierto, creo que fue la única presentación en la que el presidente Jesús Gil no habló de ganar la liga. Tras muchas semanas, el equipo, con la filosofía de partido a partido seguía líder. Por fin, cuando todo el mundo, jugadores y entrenador incluidos, se dieron cuenta que aquello era posible, empezaron los nervios y la responsabilidad pesó más. Afortunadamente, ganamos la liga, aunque fuera en el último partido con gol del que es precisamente hoy entrenador del Atlético de Madrid.
Es posible que aquella temporada le hiciera pensar al Cholo Simeone, que siempre es mejor hablar de objetivos a corto plazo, del partido a partido, frase por cierto que cada día más todos los jugadores y entrenadores utilizan con mayor frecuencia. Yo también la utilizo, pero curiosamente, cuando hablo de desarrollo software, y es que no hay cosa como el fútbol que casi todo el mundo entienda.
Fernando Llopis Pascual
Departamento de Lenguaje y Sistemas Informáticos
Escuela Superior Politécnica
Universidad de Alicante
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