domingo, 11 de noviembre de 2018

Adelardo Rodríguez Sánchez: el jugador con más partidos oficiales de la historia del Atlético de Madrid.

Por Damián Muñoz


Corría el año 1969 y el joven jugador que llegó del Badajoz una década atrás no pasaba por su mejor momento. Atrás habían quedado las primeras temporadas en el Atleti, con las dos Copas del Generalísimo ganadas en el Santiago Bernabéu al Real Madrid y la conquista de la Recopa, al vencer a la Fiorentina en un partido de desempate jugado en Stuttgart el 5 de septiembre de1962. También había quedado atrás la Copa ganada al Zaragoza en 1965 y el título de Liga obtenido en Sarriá el 3 de abril de 1966, ganando los siete últimos partidos.

Desde finales de 1967 Adelardo no era el mismo. Las lesiones y unas fiebres tifoideas, que requirieron hospitalización, no le habían permitido tener continuidad en el equipo. Pero sobre todo fue la muerte de su padre la que le  había llevado a un estado de ánimo bajo mínimos. La situación llegó a tal punto que en el Club se habló de su posible retirada cuando aún no había cumplido los treinta años.

En el verano de 1969 llegó al banquillo del Manzanares Marcel Domingo y la situación cambió radicalmente. El entrenador francés construirá un equipo que marcará una época gloriosa de la historia del Atlético. 



Marcel Domingo, con pocas incorporaciones, todas ellas de perfil bajo, como Alberto, Salcedo, Ovejero, Orozco, etc., y con la recuperación de varios veteranos, fabrica un nuevo Atleti que se despliega de tal manera  al contraataque que creará escuela.

Domingo coloca a Melo de lateral derecho y para la posición de mediocentro defensivo y motor del equipo se decanta por Adelardo.  En su nueva posición en el centro del campo, hasta la fecha había jugado como interior, Adelardo vivirá los mejores años de su carrera deportiva, llevando al Atleti, en compañía de otros grandes jugadores, a saborear las mieles del triunfo. Dos Ligas 1969/1970 y 1972/1973, dos Copas del Generalísimo 1972 y 1976 y una Copa Intercontinental llegan a las vitrinas de la calle Barquillo.


Capítulo aparte merece la Copa de Europa de la temporada 1973/1974 y la final jugada en Bruselas el 15 de mayo de 1974. El Atlético se presenta en la final después de derrotar al Celtic F.C. en una eliminatoria que ha pasado a la historia, por diversas circunstancias pero principalmente porque, tras expulsar el árbitro a Panadero Díaz, a Ayala y a Quique, 8 hombres, 8 jabatos, aguantaron un asedio en el Celtic Park, durante casi 30 minutos. Y todo gracias a un impresentable llamado Babacan. En el partido de vuelta dos goles de Gárate y del propio Adelardo pusieron las cosas en su sitio.

El Atleti estaba en la final de la Copa de Europa, y un gol de Luis, de falta directa, en el minuto 114 puso la gloria al alcance de la mano. Pero las cosas en el Atleti nunca han sido fáciles y el destino le volvió a jugar una broma macabra. En el minuto 119 el jugador muniqués de nombre impronunciable marcaba desde media distancia y ponía punto y final al sueño de una afición.

Adelardo se había encargado del marcaje de  Uli Hoeness durante todo el partido y poco antes del mazazo final, viendo al delantero alemán a punto de llorar y dando el partido por perdido, se dirigió a Lorenzo y le comentó:

-Está casi en un corner, lo dejo y me vuelvo a mi posición.
Lorenzo le respondió:
-Sigue con él.

El saque de banda previo al avance y disparo de Schwarzenbeck tuvo lugar con Adelardo fuera de su posición de medio centro. Que hubiera pasado si Adelardo no hubiera hecho caso a Lorenzo? Nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que Adelardo siempre lo dejó todo en el campo y que decir Adelardo es decir Atlético de Madrid.




Damián E. Muñoz Flores
Socio @BenditalocurAt

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