domingo, 4 de noviembre de 2018

Yo subí al Cielo una vez.

Por Luis Iglesias

El pasado fin de semana, entre el viernes 27 y el sábado 28 de octubre de 2018, pude tocar el cielo, o eso creo yo. 

Todo transcurrió natural, sin ambages y fue como una sinfonía in crescendo, desde su inicio en las horas previas al partido entre nuestro Atleti y la Real Sociedad, en el Parking Party, donde pude saborear los combinados y delicatessen, que esos magos de la fraternidad tan desinteresadamente ofrecían. Con ese maestro de los medios audiovisuales, el gran “ChemaChupi Chachi Guay”, que conseguía hacernos sentir bien a todos con su generosidad y con su desbordante y alegre personalidad (basta con ver su entrevista de Gol TV), de modo que el clima frío, muy frío según los entendidos, se iba calentando según se acercaba la hora del partido. 



Luego el partido, acompañado de amigos, en ese marco incomparable con miles de luces, y millares de voces coreando a los nuestros. Noto que mi corazón, acostumbrado a latir aceleradamente, de pronto va y le llega la calma chicha, apenas palpitaba, el dominio y buen juego de los nuestros lo calmaban, de modo que disfrutaba a tope del glorioso, ese equipo rayado donde los delanteros defienden y los defensas golean, ese grupo compacto homogéneo “todos a una”, que ha forjado el Cholo.



La felicidad de la primera jornada era preludio de que en la siguiente llegaría al éxtasis. Con una sonrisa en los labios veía con idéntica mueca a mis hermanos socios de esa Bendita Locura, hoy teníamos que celebrar a lo grande nuestro segundo año como Peña Atlética. De modo asambleario nos reunimos en el templo más sagrado, en el Wanda Metropolitano, en la sala de prensa, el gozo como señalé al principio iba aumentando, "vaya pedazo de sala", y tras oír a los máximos responsables, que con total acierto llevan el devenir de la Peña, se rinde un hermoso recuerdo, con un emotivo audiovisual a todos los que nos dejaron y se culmina el acto con un homenaje a nuestros ilustres jugadores, Adelardo Rodríguez, Jose Eulogio Gárate, Luiz Edmundo Pereira, y Jesús Martínez Jayo


Parecía imposible que el día pudiera dar más de sí, pero me quedo corto si solo digo que fue algo increíble. Llegó esa comida de hermandad en el templo Atlético, viendo el mejor estadio del mundo y compartiendo mantel con la mejor compañía posible, con los jugadores homenajeados y otros, con Rodri, Iselín Santos Ovejero, Jorge Mendoza, y los ya nuestros Marcelino Pérez y Julio Orozco, con Luis Aragonés hijo y con la familia de Arteche. Reconocimientos y agradecimientos aparte, fue un cúmulo de sensaciones celestiales o al menos a mi me lo parecieron, estábamos en el templo más sagrado con todos nuestros queridos ídolos y muy, muy cerquita del cielo. 

¡Aúpa Atleti y viva la Peña Bendita Locura!

Luis Iglesias Asuar 
Socio del Atleti y de @BenditalocuraAt

2 comentarios:

  1. Gracias, Luis. Esa gran jornada atlética se merecía una gran crónica como la tuya. Aúpa Atleti!

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  2. Espectacular Luis por plasmar todo lo que vivimos en esos días en el blogger, con tan buena gente, bajo el cielo atlético y con la cobija de las alas de la locura.
    Gracias.

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