viernes, 8 de diciembre de 2017

5.12.1971: Otro de mis días involvidables

Por Julio Orozco


Hola amigos. Otra vez más tomo asiento para intentar compartir las sensaciones y sentimientos vividos en otro de mis días inolvidables, el 5 de Diciembre del 71. Aún sabiendo que lo transmitiría mejor con pantalón corto que con la pluma...lo intentaré.

Hoy voy a recordar el partido número 1.000 en liga de nuestro Atlético de Madrid. No sólo tuve la fortuna de poder disputarlo, sino que, para mayor alegría, pudimos ganar y tuve la gran suerte de meter 4 goles. Como anécdota, diré que ya me encontraba optimista para ese partido, dado que cuando salía hacia la concentración desde casa de mi suegra, que cumplía años en esos días, me pidió que le brindara un gol,  “¡no uno, te voy a brindar dos!”, respondí, y cosas de la vida.... ¡¡fueron 4!!

Del partido.... pues es uno de esos días redondos donde todo te sale bien. Eran los primeros partidos de Max Merkel como entrenador, ya que habían destituido a Marcel Domingo unos encuentros antes, y, la verdad, empezó confiando en mí. Recuerdo unas palabras suyas después del partido, en las que me dijo: “te voy a hacer el mejor 9 de la historia“. Comprenderéis que fue un comentario debido a la euforia del momento, jajaja.

Fueron tres los goles en el primer tiempo, en la portería del fondo sur. Dos de ellos de cabeza (ambos con centros de Ufarte) y el tercero de volea a una dejada con la cabeza de Irureta desde 30 metros, de esas que siempre sueñas y salen muy pocas en tu carrera deportiva. El cuarto gol fue en una falta que sacó Calleja desde su posición habitual y que rematé en el segundo palo con la derecha. Siempre que se meten esa cantidad de goles en un partido te vienen a la cabeza los que has fallado y te dices a ti mismo ”jo, si hubiera metido este y ese, hubiera sido espectacular!!”, pero no piensas en que ha habido alguno de los que has metido que lo normales que no entren, como el tercero mío, por ejemplo. Esto me recuerda a los jugadores de golf, que al terminar cada partido piensan los putt que han fallado a un metro, pero no recuerdan los 3 que han metido a 5 metros.

Ahora bien, meter 4 goles es el hecho, pero lo importante son las consecuencias, y estas son varias y muy diferentes. La primera de ellas se manifiesta dentro del campo,  y es que cada gol que metía me hacía sentir mejor que ese o aquel jugador, me beneficiaba yo y, sobre todo, el equipo. Cuando metí el cuarto ya sólo sentía que jugaba yo, aunque el entrenamiento del día siguiente te hiciera volver a la realidad. Otra consecuencia fue ver tu foto colgada en todos los  quioscos, con diferentes titulares: “El niño de oro” “El niño gol”... uno tiene que acostumbrarse a esas cosas en el plano personal, para lo bueno y para lo malo, pues puede afectarte profesionalmente. Otra consecuencia muy importante es que subió la cotización y el interés por mi. Se empezaron a recibir ofertas en el club, y tras leer varias noticias en los periódicos de clubes que estaban interesados en ficharme, decidí ir a ver a D. Vicente Calderón para que me confirmara los rumores. Fue taxativo: “Julio, ahora mismo si hay un jugador que no está en venta, eres tú”. Y me fui tranquilo, porque yo no quería salir del club. Después me vendieron, a los dos años, pero es que habían cambiado mucho las circunstancias. La fractura de tibia a principio de la temporada siguiente me dejó un año sin jugar.

Pero siempre que hablo de recuerdos del fútbol, lo primero que me viene a la memoria es la imagen de mi padre. Mi padre, como tantos otros, ha vivido todos y cada uno de los momentos de su vida, pero me enorgullece haberle hecho sentir una ilusión indescriptible por mi vida deportiva. Él era quien me llevaba a todos esos partidos de juveniles que se jugaban a las ocho de la mañana en invierno, o a las tres de la tarde en verano. Él era quien iba cada domingo a Gandía a verme jugar, y el mismo que desaparecía de mi vista durante los partidos. Buscaba un lugar discreto para verlo partido él solo, retirado de los gritos e insultos que hay cada partido de las divisiones inferiores entre aficionados, contra el arbitro o metiéndose con nuestra madre. Él se aislaba de todo eso. 


Una vez finalizado el partido, era a la primera persona que me encontraba al salir de vestuario, la expresión de su  cara era suficiente para saber si había jugado bien o mal. Sus comentarios sobre el partido se limitaban a “bien” si yo había estado espectacular, y en caso contrario ya se encargaba de recordarme alguna de las cosas por las que no había estado a la altura. Nunca se pasaba en halagos conmigo, los guardaba para la tertulia en el bar de mi tío en mi pueblo, Yuncler. Dos mil habitantes donde, obviamente, todos nos conocemos y a donde volvíamos después de cada partido, desde juveniles a amateur y a profesional. Es ahí, en el bar de mi tío, donde me comentaban mis amigos que mi padre se desahogaba, me decían cómo lo vivía y cómo se emocionaba contando mis jugadas y mis goles. 

Especial fue el día en el que marqué los 4 goles. Mi padre casi no llegó ni a entrar al bar y ya escuchó “Faustino (así se llamaba), hoy te pagarás unas cañas”. Le faltó tiempo para decir  “Cervezas para todos”.

Hasta aquí, más o menos, es lo que haría cualquier padre, pero ocurrió un suceso que nos cortó las ilusiones familiares, algo que ya os comenté en otro artículo. Yo estaba en el equipo amateur, tenía 18 años y mi padre 45 años, cuando le detectaron un cáncer de garganta. Empezó con un tratamiento y mientras duró, unos 5 meses, yo hice parte de su trabajo, pero él sólo pensaba en mi fútbol, veía que podía llegar y no se desanimó ni un momento. Volvía a ir a las tertulias del bar, y aunque hablaba con dificultad, ya que le tocaron las cuerdas vocales, seguía disfrutando de mis avances.

Yo siempre he estado convencido que esa ilusión que le provocaba mi rápido progreso en el fútbol y el apoyo de la familia, fue la mejor medicina para su enfermedad, ya que se curó por completo y murió 30 años después de un infarto, nada relacionado con aquello. Y es que esos dos años, de mis 18 a los 20, fueron claves. Terminé ese año en el amateur y al año siguiente jugué en el Gandía, a donde, como he dicho, se iba cada domingo desde mi pueblo en Toledo con mi madre y todos sus herman@s. Al año siguiente, temporada 68-69, ya estaba donde todos, y sobre todo él, soñábamos: ¡en la primera plantilla del Atlético de Madrid! y, repito, ese fue su mejor tratamiento.

Queridos amigos: me siento encantado de ser parte de este grupo  cuyo su único objetivo es disfrutar y sufrir por un nombre: ATLETICO DE MADRID.

Un abrazo, 
Julio
Julio Ororzco Martín
Socio de @BenditalocuraAt
Jugador del Atleti 1969-73

domingo, 3 de diciembre de 2017

Rodri, el héroe de Varsovia

Por Damián Muñoz


Corría el año 1971 y el Atléti, después de eliminar al Cagliari en el Estadio del Manzanares en una noche que está escrita en letras de oro en su gloriosa historia, estaba inmerso en la disputa contra el Legia Varsovia de los ¼ de final de la tan anhelada Copa de Europa. El 10 de marzo de 1971 se había jugado el partido de ida en el Manzanares, con resultado favorable (1-0) a los jugadores que dirigía el gran Marcel Domingo. Adelardo, en el minuto 22 de la primera parte había puesto en el marcador el único gol de la noche. 

El partido de vuelta en Varsovia se presentaba difícil y complicado. El Legia estaba conformado por grandísimos jugadores como Deyna o Gadocha y, en general, los equipos del este de Europa eran rivales a tener muy en cuenta. Tres años después la selección de Polonia, con gran cantidad de jugadores del Legia, quedó en tercera posición en el mundial de Alemania, ganando el partido por el tercer y cuarto puesto al Brasil de Luiz Pereira.



El 24 de marzo de 1971, en horario de tarde, el equipo rojiblanco salta al Wojksa Polskiego dispuesto a certificar su pase a las semifinales del torneo. Pero desde los primeros minutos los jugadores atléticos perciben que la tarea marcada no será sencilla sino todo lo contrario. A los 30 segundos del partido Orozco es cazado por un defensa polaco, y las consecuencias son una lesión muy grave del delantero toledano, rotura de peroné, y perdida del jugador para el resto de la temporada. A los 7 minutos se realiza el cambio y Salcedo entra en lugar del lesionado Orozco, quien es trasladado al vestuario, donde alguna seguidora rival tampoco se lo pondrá fácil. El gol de Salcedo, en el minuto 11, hace pensar que la eliminatoria ha quedado resuelta, pero la actuación del Sr. Taylor, escamoteando dos penaltis al equipo madrileño, y el empuje polaco hará que la tarde se haga interminable. Los goles de Pieszko en el minuto 25 y de Stachurski en el minuto 53 ponen un nudo en la garganta de los aficionados colchoneros que siguen los acontecimientos a través de la transmisión que por las ondas realiza Andrés de Sendra en la desparecida Radio España. 

Y ahí, en ese crítico momento entra en escena nuestro héroe, y éste no es otro que el gran cancerbero rojiblanco, Roberto Rodríguez “Rodri”.

El Legia está a un solo gol de voltear la eliminatoria y su ataque es total, pero ante el acoso del equipo polaco, Rodri responde con gran seguridad, deteniendo todos los disparos que van entre los tres palos y blocando o despejando de puño los innumerables centros al área. Cronos escribe “Rodri acertó a hacer paradas que nunca olvidará”, y Luis Arnaiz, periodista de As, desplazado a Varsovia, califica la actuación de Rodri con un cuatro, cuando habitualmente se calificaba de cero a tres. 


El tiempo parece que se ha detenido y los minutos son horas para los que están presenciando el partido en el estadio del Ejército Polaco y para todos los que lo seguimos por radio. Entre los anuncios publicitarios “fume puros la Flor de la Isabela” o “la Antigua Relojería de la calle de la Sal” el locutor de Radio España traslada por las ondas radiofónicas las avalanchas polacas y los agobios sufridos para mantener el resultado, y en medio de este fragor solo se oye el nombre de Rodri. Centro al área que Rodri detiene; Rodri rechaza pero se juega el tipo y se adelanta al delantero polaco; Rodri bloca con seguridad.

Por fin termina el partido y el equipo de Marcel Domingo se clasifica para las semifinales de la Copa de Europa, gracias al esfuerzo y a la garra mostrada por todos los jugadores que esa tarde han defendido la camiseta rojiblanca, y en especial gracias a la portentosa actuación de Rodri.

Rodri seguirá defendiendo la portería rojiblanca muchas más tardes, con grandes actuaciones, aportando su granito de arena para que el equipo alcance nuevos triunfos y títulos (copa de 1972, liga 72/73) pero, sin duda, permanecerá en el recuerdo de los aficionados del Atleti por su grandísima actuación, una tarde del mes de marzo, allá por el año 1971 en la lejana Varsovia.   



Roberto Rodríguez Aguirre nació en Logroño el 14 de noviembre de 1942.

Jugó en los juveniles del Atlético de Madrid, hasta que en la temporada 1964/1965 fue cedido al Pontevedra, con el que consiguió el ascenso a la Primera División.

Debutó con el primer equipo del Atleti el 16 de enero de 1966 en partido jugado en Málaga, con resultado final de 1-1. Esa temporada se proclama campeón de liga con el Atleti. Jugó un total de 136 partidos oficiales con la camiseta del Atlético de Madrid. El 16 de diciembre de 1973 disputó su último partido con el Atléti, en la jornada 14 del campeonato nacional de liga, enfrentándose al Real Zaragoza en el Vicente Calderón, con resultado de empate a cero.  

Con el Atlético de Madrid, Rodri ganó:

- 3 ligas (65/66, 69/70 y 72/73)
- 1 copa (71/72)

El 8 de julio de 1965, se proclamó Campeón del Mundo Militar con España, al derrotar a Marruecos por 3-0 en el último partido de la liguilla, con una gran actuación de Armando Ufarte.

El 1 de septiembre de 1975, el Atlético le brinda su merecidísimo “partido homenaje”, en encuentro disputado en el Estadio Vicente Calderón entre el Atlético de Madrid y El Sporting Clube de Portugal. Ese día se presentaron con el Atleti, los jugadores brasileños Ivo y Sena, que no convencieron a la parroquia colchonera. Unos días después eran sustituidos con el fichaje de otros dos brasileños, los legendarios Pereira y Leiviña. 
  
Damián Muñoz
Socio de @BenditalocuraAt

domingo, 26 de noviembre de 2017

El Gol del Cojo

Por Damián Muñoz

A ISACIO CALLEJA

  (Jugador del Atlético de Madrid entre 1958 y 1972)



Corría el año 1969, en concreto el mes de abril, y el Atleti estaba inmerso en una temporada, la 68/69, difícil y complicada.  El equipo, bajo las órdenes de Miguel, el gran extremo canario de la década de los 50, no estaba cumpliendo con los objetivos marcados por la directiva de D. Vicente Calderón al inicio del campeonato. El triunfo en el Trofeo Carranza, en el que también participaron R. Madrid, Barcelona y Valencia, con gol de Calleja al Barcelona en la final del trofeo gaditano, había creado unas ilusiones que luego se vieron defraudadas.


Al menos, había conseguido salir del pozo del descenso –en la novena jornada había ocupado el último lugar de la clasificación, tras perder 3-2 con el Español en el Estadio de la Carretera de Sarria- y por esas fechas ya ocupaba plaza en el medio de la tabla clasificatoria.

Y así, entre grandes decepciones, se perdió con el Córdoba, último clasificado y ya descendido a 2ª división, 1-2 en el Manzanares, y buenos resultados, se ganó 0-2 al Atlético de Bilbao (así se llamaba entonces) en un embarrado San Mamés, con un enorme partido de Ufarte, se llegó a la jornada 28ª, jugada el 6 de abril de 1969. Ese día visitó el Estadio del Manzanares, en partido televisado, el C. D. Sabadell, entrenado por Pasieguito, y dos tantos de Ortuño ponen el encuentro cuesta arriba para los locales. En el minuto 81, el marcador refleja un 0-2 muy preocupante para los intereses rojiblancos. Un gol de Irureta recorta las distancias y deja 9 minutos para la esperanza. Y ahí es donde entra en escena el héroe de la noche, el bravo Isacio Calleja.

La temporada 1968/1969 fue la última sin sustituciones entre los jugadores de campo, solo se podía sustituir al portero, y cuando un jugador se lesionaba con un problema muscular, se le colocaba una muslera y se le ponía de palomero en el área contraria, con el fin de estorbar y para tratar de cazar algún balón suelto que pasara por allí. A veces, con poca vigilancia, conseguía marcar un gol. Era el llamado “gol del cojo”.

Aquel 6 de abril de 1969, Calleja se había lesionado en la parte posterior del muslo de la pierna derecha y todo el segundo tiempo se mantuvo en el campo con gran pundonor y con el riesgo de aumentar la gravedad de su lesión. El partido finalizaba y la épica tuvo éxito. En el minuto 89, Calleja se lanzó en plancha y logró de cabeza un gol que significaba el empate y que celebró con furia y con rabia, expresión de una fe nunca vencida.




Las fotografías de Lavandeira –recogiendo el remate en plancha- y de José Luis –recogiendo el vuelo con el puño derecho levantado- plasmaron para la posteridad tan bellos momentos. Isacio Calleja había marcado el último “gol del cojo” de la historia rojiblanca.

Unos meses después, ya con Marcel Domingo al frente del banquillo rojiblanco, daba comienzo la temporada 69/70 y con ella una de las épocas más gloriosas de la historia del Club. Calleja, que asume la capitanía del equipo con la marcha del eterno capitán, Enrique Collar, levanta el trofeo de campeón de liga, conseguido el 19 de abril de 1970, tras derrotar al C. D. Sabadell, otra vez el Sabadell, en la Nueva Cruz Alta, por 0-2, en la última jornada del campeonato.


El segundo gol, el primero había sido anotado por Ufarte, que daba la tranquilidad de que se ganaba el campeonato, después de cuatro años de espera, lo marcó Calleja en el minuto 85, y una nueva fotografía inmortalizaba el momento, con el capitán exultante en un salto, brazos arriba y manos abiertas.





Calleja no marcó muchos más goles a lo largo de su dilatada carrera; no hacía falta. Estos dos goles, marcados en el mes de abril de 1969 y de 1970,  que muchos seguidores colchoneros confunden habitualmente, dan prueba del amor a unos colores y están grabados a fuego en el corazón de una afición. El segundo supuso asegurar un campeonato de liga, hecho muy importante, pero el primero despertó un orgullo y un sentimiento que llevaba aletargado varios años, y fue el auténtico “gol del cojo”. Gloria a Isacio Calleja. ¡Aupa Atléti!


Isacio Calleja nació en Valle de Cerrato (Palencia) el 6 de diciembre de 1936.

 Fichó por el amateur del Atleti en mayo de 1958, procedente del Guadalajara. Previamente había jugado en el Femsa. Debutó con el primer equipo el 4 de enero de 1959 en partido jugado en el Carlos Tartiere contra el Real Oviedo. Jugó 420 partidos oficiales con el Atlético de Madrid, en el que permaneció 14 temporadas. Disputó su último partido con el Atleti el 8 de julio de 1972, siendo capitán del equipo y, por consiguiente, recogiendo el trofeo de Campeón de España de manos del Jefe del Estado, en la final de la Copa del Generalísimo que  el Atleti ganó al Valencia, en el Santiago Bernabéu, por 2-1. 


Con el Atlético de Madrid, Isacio Calleja ganó:   


  • 2 ligas (65/66 y 69/70).
  • 4 copas (59/60, 60/61, 64/65 y 71/72).
  • 1 Recopa (Campeón de Europa de campeones de Copa en la 61/62).

Fue 13 veces internacional con España. Formó parte del equipo que se proclamó Campeón de Europa de Selecciones Nacionales, en el famoso partido jugado contra Rusia en el año 1964. Se despidió de la Selección Nacional, como capitán, en el partido de reinauguración oficial del Estadio Vicente Calderón, una vez finalizadas las obras, en partido jugado contra Uruguay (2-0) el 23 de mayo 1972.



El 15 de octubre de 1972 el Atlético le brinda su merecidísimo "partido de homenaje de oro y brillantes del Club y la Medalla de Plata de la Real Orden del Mérito De" en encuentro disputado en el Estadio Vicente Calderón entre el Atlético de Madrid y el Independiente de Avellaneda, en ese momento campeón de la Copa Libertadores , recibiendo la insignia de oro y brillantes del club y la Medalla de Plata de la Real Orden del Mérito Deportivo.



Damián Muñoz

@BenditalocuraAt

viernes, 10 de noviembre de 2017

Comida Anual 18 de noviembre

El próximo sábado 18 de noviembre tendrá lugar en en el Restaurante Salones Venecia (c/ Carolina Coronado, 1) la comida anual del chat y peña "Bendita Locura" en recuerdo a Luis Aragonés y a otros ilustres veteranos del Atleti. En esta ocasión rendiremos además homenaje a Rodri y Calleja, dos de nuestras grandes leyendas de los 60-70 y haremos un recuerdo "in memoriam" de los exjugadores y empleados del club fallecidos en el último año.



Como cada año, es una gran ocasión para disfrutar en familia atlética, contando además con la presencia de veteranos del club. En el programa se incluye la Asamblea anual de la peña y la comida-homenaje. Además, se hará entrega del premio al ganador de la campaña en Redes Sociales "#benditalocuraverano".



Año tras año, el número de asistentes a la comida va aumentando, así que si aún no te has apuntado... ¡estás tardando!

correo: benditalocuraatletica@yahoo.com


jueves, 28 de septiembre de 2017

28.9.1969: Mi primer partido como titular y mi primer gol

Por Julio Orozco


Hola amigos, y compañeros de  “Bendita Locura”:

No me he podido sustraer a vuestra petición de contaros algo sobre mi primer partido como titular. Siempre es un placer estar con vosotros de una forma o de otra y hoy lo estaré por este, mi día especial.

Por aquellos días entrenábamos en el estadio de Vallehermoso. Ya el primer día de entrenamiento, me llamó Marcel Domingo y me dijo que empezara a pensar en cómo ayudar  al equipo para ganar al Valencia, porque iba a jugar de inicio. De pronto creí en mí mismo y empecé a hincharme, a hincharme... y tuve que correr mucho más que los demás para poder terminar el entrenamiento tal y como había llegado de estilizado.

Y ya en serio, os preguntareis que cómo es que lo recuerdo. Pues porque a pesar de los 48 años, lo he venido comentando desde entonces, siempre que salía la conversación y me preguntaban mis padres, mi hermano, mi mujer, mis hijos, mis nietos…. y muchos amigos “¿qué se sentía al salir a ese pedazo de estadio, con tanta gente y tantas figura a tu lado?”. Y entonces les contaba lo que había vivido durante la semana: desde la conversación con el míster, tenía muchas prisas porque llegara el día y muchos nervios para que tardara en llegar.


Alineación de aquel 28/9/1969: Rodri, Melo, Martínez Jayo, Calleja, Irureta, Eusebio, Ufarte, Salcedo, Luis, Gárate y Orozco
Además fue una semana curiosa. Os contaré algo que poca gente sabe: ese año habían llegado Salcedo y Capón, entre otros,  y el mismo día que el míster me dio la noticia de que iba a jugar el próximo partido de titular, a Salcedo le dijo que se iba a ir al equipo de Segunda, que entonces estaba a punto de ser o era ya el Reyfra. La respuesta de Salcedo fue que se lo tenía que decir a su padre… "Bien, pues habla con tu padre y mañana me cuentas". Al día siguiente nuestro querido amigo Ignacio Salcedo, le contestó  “mi padre dice que yo he fichado para jugar en el primer equipo, así que no me voy". Ésta conversación llegó a oídos de los más veteranos y que mejor reputación tenían en el Club, y hablaron con el míster. Debieron ser tan convincentes sus comentarios, que no solo le convencieron para que no se fuera al equipo de segunda, sino que fue titular y debutó ese mismo domingo conmigo. Y después ya habéis visto lo que fue de éste indolente chaval.

Y ahora llega el domingo 28-9-69. Ya la noche se hace más larga. Y desde la hora del desayuno es otro el ambiente, yo me siento más protagonista, todos me dan ánimos, todos, menos uno que me dice, “sólo tienes que hacer lo que sabes, no quieras inventar nada”, seguro que sabéis a quien me refiero, ya no está con nosotros y era conocido por sus frases que sentenciaban. De ahí hasta la hora del partido, mi peregrinaje a visitar al señor Roca. Al vestirte, las botas te las ajustas varias veces, hacer y deshacer nudos es una forma de relajarte . Y por fin al campo, la piel de erizo, escalofrío total al oír los aplausos de tu gente, pero rueda el balón y se acabó esa semana tan especial. Ahora estoy donde quería y donde, por algo que seguramente he hecho bien, me he merecido. Y ya solo se piensa en ganar a tu defensor en cada jugada. Cuando metí el gol, mi primer gol en la división de honor, el sentimiento fue inexpresable. Es tan grande la descarga de la adrenalina, al escuchar esos gritos y aplausos hacia ti, que flotas.  


Y ahora, una cosa fea que hice ese día.  El jugador que me marcaba era Sol (Juan Cruz Sol). En un centro yo salté y Sol hizo una tijera que casi me quita la cabeza, pero peiné el balón y se lo dejé a güevo a Luis, que marcó el segundo gol. Mi euforia me llevó a mirar a Sol y hacerle un corte de mangas, por esa tijera. A  partir de ese momento, venían a por mí.  Gárate le decía a Marcel Domingo que me quitara, que me iban a cazar , pero el míster me conocía, y no me quitó, y fijaos los defensa que eran (los mayores los conoceréis): Sol y Roberto (los más modositos), pero también estaban  Antón, Vidagany y Barrachina, todos defensas con carácter.
                       
Una vez terminado el partido, te sientes diferente, te sientes mayor,  ya te sientes útil para tu equipo.  Ahora sí,  soy jugador del Atlético de Madrid.

Un abrazo para todos.
Julio Orozco

lunes, 25 de septiembre de 2017

Comunicado Oficial de la Peña Bendita Locura

Desde la Peña Atlética Bendita Locura lamentamos mucho tener que informaros del trato desconsiderado que entendemos haber recibido por parte nuestro Club Atlético de Madrid, razón por la cual nos duele más profundamente.

Vaya por delante nuestro agradecimiento a la mediación realizada por Juan Carlos Gaitán en su labor impagable en el Departamento de Atención a las Peñas, pero que se ha demostrado insuficiente ante la cerrazón de los dirigentes o mandos intermedios de nuestro club, que han negado el acceso a la compra de entradas a las peñas para el desplazamiento a Leganés a pesar de haberse hecho por nuestra parte las oportunas reservas.

Esta peña ha acompañado al equipo en numerosos desplazamientos y nuestros ánimos han estado y estarán siempre con nuestros jugadores, pero el club debe valorar el esfuerzo que se hace por parte de los peñistas que de manera habitual se desplazan para estar con nuestro equipo, ya sea en Madrid o en cualquier ciudad donde juguemos. Somos una gran familia y si perdemos nuestros valores para convertirnos en una empresa más que sólo busca el mero beneficio material, estaremos traicionando el verdadero espíritu rojiblanco y estaremos pisando ese escudo y esos colores que siempre hay que respetar y querer.

Peña Atlética Bendita Locura


domingo, 3 de septiembre de 2017

Primer Aniversario de la Peña e Inauguración del Metropolitano

El próximo sábado 16 de septiembre es un día importante para los integrantes de la peña y para todos los atleticos. En primer lugar, nuestro Atleti juega contra el Málaga el partido inaugural de nuestro nuevo estadio, el Nuevo Metropolitano (20:45). Este fantástico evento coincide casualmente en el tiempo con el primer aniversario de la fundación de nuestra peña. Por todo ello, tendremos ese día una completa jornada de convivencia, incluyendo comida de hermandad al mediodía en un restaurante en las inmediaciones del estadio. 

Estamos organizando, además, un viaje conjunto desde Alicante a Madrid a precio reducido gracias a un acuerdo con AVE-RENFE. 

Si, como peñista, estás interesado en participar en esta primera jornada de "bendita locura" de la temporada del año, reserva tu plaza a través del email benditalocuraatletica@yahoo.com

Empieza una temporada apasionante... ¡te esperamos!


lunes, 21 de agosto de 2017

¡Acompáñanos en la Peña!

La Peña Bendita Locura está abierta a la incorporación de nuevos socios. Con el comienzo de la temporada, abrimos un periodo de nuevas inscripciones para los aficionados atléticos que lo deseen. 

Si compartes la bendita locura de ser del Atleti y quieres disfrutarla con nosotros... ¡acompáñanos!

Puedes descargar aqui el formulario para solicitar la admisión en la peña. ¡Aúpa Atleti!



domingo, 13 de agosto de 2017

¡Felicidades, Marcelino!



Tal día como hoy del año 1955 nació en Sabadell Marcelino Pérez Ayllón, el que fuera jugador de “raza” del Atlético de Madrid. La peña Bendita Locura a través de estas líneas quiere rendir homenaje al que fue, es y será, ídolo y ejemplo a seguir de la afición atlética. Gracias a su amabilidad, la Peña ha tenido el placer de hablar con el gran Marcelino, quién con mucho gusto nos ha brindado unas palabras.

Marcelino empezó vendiendo pipas y recogiendo pelotas en el campo de la Nova Creu Alta, donde ya era aficionado al fútbol comenzando a jugar en el equipo de su tierra natal, el "Gimnástico Mercantil", desde los 11 a los 13 años. Pasó a jugar posteriormente en las categorías inferiores del Sabadell, hasta llegar al primer equipo vallesano  en el año 1972, fecha en la que, gracias a la remuneración que recibía en segunda división, pudo dejar su trabajo de peón de albañil. Nos cuenta que en esa época (cuando el Atlético de Madrid visitaba Sabadell para jugar algún partido), recuerda haber pedido autógrafos a sus ídolos de los cromos: Luis Aragonés, Adelardo, Gárate, Irureta, etc.


Siendo ya jugador del Sabadell fue internacional juvenil con la Selección Española (llegando a ser el jugador que más veces fue internacional como juvenil) Allí es donde se fijó en él uno de los grandes: el Atlético de Madrid. De esa época recuerda una anécdota: estando en el aeropuerto del Prat para tomar el vuelo a Madrid e ir directo a las oficinas del Atleti de la calle Barquillo para firmar con el club de sus ídolos, llegó un directivo del fútbol base del FC Barcelona que, a sabiendas de la oferta que le había hecho el Atlético de Madrid, le dijo “vente para la Masía que te damos el doble” (el Atleti le ofreció 11 millones al Sabadell por el fichaje y el Barcelona le quiso fichar por 22). A esto Marcelino le respondió, “Me estáis viendo y me conocéis desde pequeño y no me habéis hecho caso y ahora que me voy a Madrid os fijáis en mí… pues yo me voy al At. Madrid y punto”, le espetó al mandatario. Marcelino tomó ese avión solo, dejando a su familia atrás y se vino a Madrid, no sin antes decirle a su padre: “Papá me voy a Madrid a triunfar” a lo que su padre le contestó, “Tú, nene, si no estás bien en Madrid, coges y te vienes y no pasa nada”.



Al llegar a Madrid, todo le resultó impresionante, por la gente con la que se rodeó y lo bien que le trataban y no sólo se formó como jugador sino que se forjó como hombre, esto dicho con sus propias palabras: “El Atlético de Madrid me enseñó a ser hombre”. Fue entonces cuando adquirió su carácter firme, su propósito de querer hacer bien las cosas. Los inicios no fueron fáciles porque estuvo casi un año y medio esperando a su oportunidad Al principio no jugaba con regularidad (era la época que en su puesto jugaba Paco Melo y en ocasiones "Panadero" Díaz) y su carrera dio un vuelco en el momento en que aprovechó la ocasión de demostrar la calidad futbolística que atesoraba.

En cuanto a la Selección Española debutó en su propia casa, en el Estadio Vicente Calderón. Fueron unos pocos minutos ante Rumanía el año 1977 ganando por 2-0 en un partido de clasificación para el Mundial de Argentina de 1978, pero la emoción que supuso jugar en casa con la camiseta de la Selección Española para él fue indescriptible.

Nos cuenta Marcelino otra anécdota: en una jugada en la que estaba en el lateral derecho en la primera época de Luis Aragonés cómo técnico, quiso subir por la banda derecha y Luis le espetó: “Señor Marcelino, ¿qué le he dicho?... ¡usted se queda ahí!". Eran tiempos en los que aún no era costumbre que los defensas subieran al ataque, pero la gente que estaba en la banda detrás del banquillo le gritaba: "¡Marcelino sube! ¡Marcelino sube!" Él se veía con fuerzas y con ganas  y en un momento dado y le dijo a un compañero de equipo: "Tú mándamela al área, mándamela al área", dribló a algún rival, se internó en el área, saltó de cabeza, volvió a coger el balón que le enviaron y... ¡gooool! Lo marcó Marcelino y se dirigió a Luis para decirle "¿y ahora qué?", a lo que el mítico Zapatones le contestó "¡Muy bien, de puta madre, muy bien, fenomenal esa jugada!". De esta forma le demostró a Luis que podía subir por la banda, que los defensas no sólo tenían la capacidad de defender sino que también en ocasiones podían atacar.

Como hemos mencionado, en aquella época los que hoy definimos como carrileros no eran muy habituales y él fue uno de los pioneros en iniciar ese estilo de defensa con proyección ofensiva. En su carrera le tocó defender a grandes leyendas del fútbol, como Cruyff, Maradona, Heynckes y muchos otros.

En un partido concreto contra el Barcelona, Maradona le felicitó al final de un partido por el marcaje que le había hecho. Actualmente Marcelino mantiene contacto con muchos de sus amigos y excompañeros y tiene mucha relación con las peñas del club, acudiendo allá donde le llaman para contar sus experiencias y anécdotas vividas

Respecto del nuevo estadio, que ha tenido ocasión de visitar hace unas pocas semanas junto con otros exjugadores, nos comenta que es un campo de primera categoría, número uno en Europa, un “Campazo”, acorde a nivel y categoría que se merece el club Atlético de Madrid.


Nos habló Marcelino de la afición del Atlético de Madrid, de lo importante que es, cosa que sabemos, pero que él valora como el mayor activo del club y como sigue comprobando en sus visitas a las peñas del Club. Nosotros lo sabemos, pues siempre que puede está con nuestra Bendita Locura y participa de todo lo que organizamos, desde los tiempos de las previas del Calderón.


En resumen. una vida dedicada al fútbol, agradecido a su Club, que es el nuestro también, y a sus gentes.

Hoy que cumples un año más, Marcelino llevando al Atleti en tu corazón, muchas FELICIDADES, siempre estarás con nosotros. Genio y Figura Marcelino Pérez Ayllón.

domingo, 6 de agosto de 2017

El "chava" Escudero

Por Jose Alberto López


Pocos aficionados del Atleti saben quién es el máximo goleador de la historia del club, es más, los más jóvenes no habrán oído su nombre, Adrián Escudero. Futbolísticamente conocido como Escudero.

Escudero nació en Madrid el 24 de noviembre de 1927; en el seno de una familia humilde; vive la Guerra Civil en la capital. Murió en la misma ciudad el 7 de marzo de 2011. A lo largo de su vida futbolística con el Atlético marcó 167 goles en 330 partidos. De ellos 150 goles en Liga y 17 en Copa. En su etapa de jugador no existían las competiciones europeas.

Pero, ¿cómo es que Adrián llegó al Atleti?



Era un chico de tipo fino, espigado; con 15 años decía que tenía 18 para poder jugar con los mayores. Los técnicos le cedieron al Mediodía, equipo de la regional madrileña, para que se foguease y adquiriera experiencia. Aparentaba ser tan jovencito que le llamaban “chavalín”, que cuando llego al Atletico se quedó con “el Chava”.

Pronto llama la atención de los técnicos del resto de equipos de la capital. Representantes de varios equipos madrileños se muestran interesados por su situación en el Mediodía. Los técnicos rojiblancos no quieren perderlo, por lo que don Julio, comisario jefe de la estación de Atocha y presidente del Mediodía, recibe un hermoso sobre de manos del presidente atlético; así es recuperado para la institución.


El propio Escudero reconoce que conoció esta historia de boca del presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu: “Se me acercó en una comida y, como me había oído en la radio decir que no sabía por qué no había ido al Madrid, me explicó que mi presidente del Mediodía, don Julio,…”

No sólo tiene el registro de ser el máximo goleador en liga del Atlético de Madrid, si no que además marcó el gol numero 1.000 de nuestra participación liguera, el 8 de  marzo de 1953, en el estadio de Balaídos, y de penalti.

Fue entrenador del Atleti. Junto a Juncosa formó dos de las delanteras más famosas, la de seda y la de cristal,… pero eso son historias para otro día.


Jose Alberto López Fernández

domingo, 23 de julio de 2017

¿El escudo no se toca?

Por Fran Ramírez



"El escudo no se toca", es el lema más oído en los últimos partidos en el estadio Vicente Calderón, como consecuencia del nuevo cambio del escudo del At. Madrid a raíz de la entrada en el accionariado del Club del gigante chino Wanda. 

El motivo: el cambio de diseño del escudo actual por otro que rompe con la estética que venía guardando el anterior. Si bien es cierto que no es la primera vez que se cambia el escudo del Club, no es más cierto que, el que veníamos usando se encuentra consolidado desde hace más de 70 años (1947), fecha en la que se cambió el escudo de manera sustancial por última vez. 

De la misma manera que el nombre del Club ha sufrido cambios: (Athletic Club de Madrid (1903-1939), Athletic-Aviación Club (1939-1941), Club Atlético-Aviación (1941- 1947), Club Atlético de Madrid (1947-1992), Club Atlético de Madrid, S.A.D. (1992-), los himnos han sufrido cambios: 

1.- Himno de la temporada 1920/1921. 2.- Himno del verano de 1933. 3.- Himno de junio de 1941. 4.- Himno de Octubre de 1966. 5.- Himno del 75 aniversario. 6.- Himno del Centenario y 7.- Himno actual (2017).

Los  uniformes han sufrido cambios y el escudo también ha cambiado y evolucionado a lo largo de la historia: 



1º Escudo: 1903-1911:El escudo fundacional era el mismo que utilizaba el Athletic Club de Bilbao. De forma circular y color blanquiazul, las iniciales del club aparecían en la zona central en forma de una “A” cruzada con una “C”.

2º Escudo: 1911-1917:Con el cambio de los colores blanquiazules por los rojiblancos, el escudo también pasó a reflejar los nuevos colores de la entidad. 

3er Escudo: 1917-1939:El escudo del Athletic Club de Madrid adquirió́ personalidad propia y se diferenció del Athletic Club de Bilbao. Cada equipo incorporó los símbolos de su ciudad. El Athletic Club de Madrid inscribió́ sus elementos característicos: el oso y el madroño entre las siete estrellas de la Osa Menor y la presencia de seis franjas rojas y cinco blancas. 

4º Escudo: 1939-1947:Debido a la fusión con el Aviación Nacional, el club estrenó un nuevo escudo: las dos alas del arma de Aviación y la corona real se unieron al anterior escudo rojiblanco. 

5º Escudo, 1947- Años 80: Al desvincularse del Ministerio del Aire, el escudo perdió́ las alas y la corona real. De esta manera se instauró el escudo clásico del Club Atlético de Madrid: el oso y el madroño entre las siete estrellas de la Osa Menor y la presencia de cuatro franjas rojas y otras cuatro blancas. 

6º Escudo: Actual escudo del Club Atlético de Madrid: Este escudo respeta el anterior diseño salvo el añadido de un ribete dorado en el borde, realmente esta modificación es más una evolución que un propio cambio sustancial.

7º Escudo: de estilo más redondeado, eliminando los colores verde y amarillo, cambiando de orientación al oso que mira al este, simplificando las formas. Entre los cambios de escudo mencionados se han producido evoluciones en los mismos, por lo que bien podríamos decir que han sido cinco cambios sustanciales incluyendo el actual, los que se han producido en el escudo de nuestro Atlético de Madrid. 

Por ello,  con independencia de la influencia que el nuevo accionariado haya  tenido en el cambio de escudo y su interés tanto en lo económico como en la imagen comercial que representa, lo que no debe provocar este cambio, de ninguna de las maneras, es confrontación dialéctica, antipatía y malestar entre los propios aficionados atléticos o entre estos y sus dirigentes, llegando a perderse los modales e incluso alcanzando el  insulto de "supuestos atléticos" como se ha podido ver en muchas redes sociales y medios de comunicación expresando su malestar y que parecían enojados con la nueva decisión de cambio. Aunque hay gustos para todo (todos son respetables por muy horteras que nos puedan parecer), lo que es indudable es que, dejando de lado la cuestión estética, debe imperar el respeto, la no confrontación y la unidad de entre todos los atléticos porque no hay nada más emocionante que oír en el campo cantar todos AL UNÍSONO, el himno del Atleti y los cánticos colchoneros que hacen un Atleti fuerte y unido y que sientan las bases de un Atlético de Madrid que aspira a un crecimiento sano que parte del respeto de sus aficionados y dirigentes por los emblemas y colores que caracterizan al Club y que son actualizados a medida que los cambios económicos, sociales y culturales van imponiendo sus costumbres.

Además, como bien dijo nuestro exjugador Ovejero, “el escudo no está por encima está por dentro”. Y es que es así, el escudo no se besa por fuera, se honra por dentro. O es que, ¿acaso cuando nuestro querido D. Luis Aragonés dijo al cuarto árbitro aquella frase famosa: “Y usted no pise ese escudo”, no le hubiera dicho lo mismo si el escudo fuera el actual?, pues seguro que le hubiera dicho lo mismo, porque es como si le hubiera dicho, usted no pise mi alma, no pise el alma de mi gente, está mancillando mi honor, nuestro honor, porque en definitiva lo importante es que estamos en el mejor equipo del mundo que nadie lo dude, no por que lo diga la historia o las estadísticas sino porque lo dice nuestro corazón. Aúpa Atleti siempre !!!!!


Fran Ramírez

Socio de @BenditalocuraAt