jueves, 31 de enero de 2019

Eliminatoria UEFA Atleti - Roma del 99

Al mudarme a Cartagena y debatir sobre el deporte rey lo primero que me llamó la atención es que en esas tierras la palabra "Atleti" sonaba a chino. Tal es así que cuando me preguntaban de qué equipo era respondía:  del Atleti; ellos reaccionaban con incredulidad: y siendo de Madrid ¿Cómo que eres de un equipo vasco?

Mi replica era que no: del Atlético de Madrid, con lo que por fin caían y te soltaban, aaah... del Atlético. Palabro que nunca me ha gustado para definir al equipo, sí al seguidor. Como aclaración todo nace de que en la Región de Murcia la consonante final se hace casi muda y con "Atleti" ellos entienden "Athletic".

Una vez aclarado ante ellos cuál es el equipo de mis amores, el primer calificativo que obtengo (sin ninguna mala intención) es el de sufridor. Digo lo de la no mala intención porque al seguidor madridista de esos lares nuestro equipo no le genera antipatía. Eso, que somos un equipo sufridor.

La eliminatoria que vamos a despedazar a continuación viene al pelo, ya que en ella sufrí más que los concursantes del un, dos, tres que Chicho Ibáñez Serrador encerraba en una jaula.


Retrocedemos al año 99, mes de marzo. Antic tras tres años en los que ha dejado un legado inolvidable, pocas veces a un técnico se le despidió como a un héroe, ha abandonado el timón de la nave colchonera.

Al frente de esta se halla un técnico que como comentamos en el artículo de Hasselbaink tiene un cartel envidiable pero que su valía en realidad es más falsa que un disco de Milli Vanilli.

A Radomir se le acusó de que una vez que el equipo perdió su mojo del año del Doblete ya no era tan competitivo. Pues bien, con el entrenador "molón" que ahora nos dirige no sólo no somos competitivos sino que el equipo no juega un pimiento.

Sí, ver al Atleti se ha convertido en una verdadera tortura, con el técnico del fútbol total alcanzamos meses épicos de espectáculo, como el de diciembre. En el mes que cierra el año el equipo se casca tres empates a cero de los cuatros partidos que disputó.

La temporada pinta mal, porque la Liga está imposible y con un equipo sin delantero centro puro ganar un torneo del KO se antoja un milagro. Además, sin ser conscientes de ello, al cambiar de sponsor en la marca de la equipación vamos a a instalarnos un virus peor que un troyano.

Llevábamos varios años luciendo equipaciones Puma, quitando un par de años todas de un corte muy clásico. Reebok pasa a ser el proveedor oficial de ropa y en los tres añitos que nos va a vestir vamos a comernos un casi descenso, un descenso y un gatillazo en Segunda.

Como suele suceder en los casos de mala marcha liguera el aficionado deposita todas sus ilusiones en los torneos a eliminatoria. Este año jugamos UEFA, por mor de haberla logrado sufriendo, les suena la palabra, en la última jornada de la campaña anterior contra el Racing. Cabe destacar que Sacchi puso como una de sus dos condiciones para venir que el equipo jugase competición europea, la otra fue mantener a Vieri que al final le dejó, nos dejó, más tirados que a una colilla.

Esta temporada es una competición más asequible debido a que por vez primera la Champions League la va a jugar más de un equipo por país, por tanto deja de ser el torneo más complicado de ganar de los tres europeos, con lo que vamos despachando a rivales de poco caché en las primeras rondas.

Llegamos a octavos y nos enfrentamos a la Real Sociedad, un partido espectacular con prórroga incluida en la Caldera (salpicado por un suceso ajeno a lo deportivo en los aledaños del estadio) nos da el pase a cuartos de final.

Sólo quedan ocho equipos y la morralla ya ha desaparecido, para pasar a semis nos va a tocar darnos de mamporros con un equipo de más entidad que los anteriores. La bolita nos empareja con la Roma.

La primera reacción de Jesús Gil es de pánico, bajo su mandato siempre hemos hecho las maletas ante equipos de la bota (Fiorentina, Parma y Lazio), con la mala uva además de que se perdieron injustamente por mala suerte y/o robos y nuestro rival llegó en el peor de los casos a la final de la competición.

La Roma es un conjunto menos conocido aquí en España por su historia reciente, pero cuentan en sus filas con un centro del campo que es el eje de la selección azzurra, un defensor del que sobran las presentaciones: Cafú, y un jugador que ya nos enamoró con su actuación ante España en un partido disputado hace apenas unos meses: Totti. En dicho partido tuvieron una actuación espectacular Valerón y Helguera. El primero milita en nuestras filas, pero Juan Carlos teniendo un talentazo sólo al alcance de los más privilegiados posee la personalidad de una ameba, hecho por el que aquí nunca terminará de romper.

Helguera curiosamente la temporada anterior jugó en la Roma y chupó banquillo de lo lindo. Por ello tuvo que marcharse al Espanyol para después fichar por el Madrid. Éste jugador destacará por su juego pero también por soltar un lapo en cada sustitución. También levantará mucho morbo cuando un famoso presentador de televisión anuncie la primicia de que un jugador de Primera está a punto de salir del armario y todas las miradas apunten a él, entre otros detalles por su look con collares de perro. Hecho que quedará desmentido posteriormente.

El partido de ida se disputa el 2 de marzo. Sacchi ya se ha dado el piro y tenemos que poner en el banquillo un entrenador parche, en este caso Carlos Aguiar.  Afortunadamente se abandona el juego de fútbol sin porterías del anterior técnico, pero no se pueden deshacer los desaguisados como la no renovación de Caminero por "viejo", cuando estaba de sobra capacitado para jugar al menos de central, mucho más viendo la chusma que nos trajo el erudito Arrigo: si decimos que Torrisi es un futbolista estamos empleando un eufemismo.

El choque se juega al clásico ritmo de ida europea, conservadurismo, pensando que es un duelo de 180 minutos y en lo vital que es mantener la puerta a cero.  El equipo hace un partido muy muy serio y con goles de José Mari y Roberto Fresnedoso se hace con un marcador que a poco del final parece definitivo.

La Roma no ha hecho absolutamente nada, apenas ha pisado el área de Molina, el pase parece hecho porque el 2-0 en Europa es un resultado muy complicado de voltear. Pero como con los italianos hay un gafe en el 75 se produce una falta aparentemente inofensiva, la ejecuta Di Biagio, que fue el que falló el penalti en el Mundial de Francia que mandó a su equipo para casa, nos cascan el 2-1 y nos quedamos todos con un careto de tontos que no te puedes imaginar.


Tremendo! Le hemos dado un auténtico baño a la Roma, no sólo no nos vamos con un marcador de casi sentencia sino que ellos son los que arrancan un resultado que les deja a tiro el pase a semis, ya que el 1-0 les valdría.

Nos la han vuelto a hacer, teníamos la eliminatoria en el bote y ahora vamos a tener un duelo a muerte en el Olímpico. Vamos a vivir un verdadero combate de gladiadores, en este caso el emperador no tendrá clemencia con el derrotado y su pulgar apuntará hacia abajo.

Mientras tanto, en lo personal me encuentro en Cartagena, para no molestar a mi abuela (con la que estoy viviendo) acudo a comer entre semana a una residencia militar. Allí pues os podéis imaginar en lo futbolero, vikingada presente como en mi época de insti, eso sí, menos forofos y como comentamos al principio menos anti-Atleti.

Uno de los que más les tira el fútbol es Richar, madridista pero de esos que no te vende que Lasa es mejor que Toni como te pasaba hace unos años. Incluso me confiesa que quiere que pasemos porque somos un equipo español... pero que vamos a palmar. Yo que suelo ver los partidos clave con bastante objetividad le replico que no, que nos vamos a pasar por la piedra a la Roma porque en la Caldera fuimos muy superiores y el resultado no reflejó la diferencia. Él insiste que el Olímpico va a ser otra historia, que me deje de pamplinas y que si quiero nos apostamos 2.000 pesetas.

Para mí dos talegos en ese momento estudiantil puede suponer la supervivencia fiestera una semana, así que no me puedo andar con tonterías. Pero tal es el convencimiento que tengo de que pasamos que recojo su guante lanzado, acepto el envite y en juego no sólo hay el pase a semis del equipo de mis amores, sino una cantidad que para un jugador de la plantilla podría ser un cuarto de nómina mensual.

Ya sólo queda ver el partido y que Dios reparta suerte... bueno, tampoco. Para aumentar mi nerviosismo me encuentro con que el partido sólo es retransmitido por Vía Digital. Esta nueva plataforma de pago (posteriormente se fusionará con Canal + para formar Digital Plus) apenas tiene abonados, la inmensa mayoría opta por Canal Plus, con lo tengo que recorrerme uno a uno todos los bares de la ciudad en busca de uno que dé el partido.

Mi esfuerzo en vano porque ninguno de ellos lo va a ofrecer. Decaído acudo a mi casa asimilando que no me va a quedar otra que seguirlo por la radio. Es la primera vez que me va a suceder con un partido europeo del Atleti y encima con tantísimo en juego.

Si ya se sufre viendo los encuentros por televisión por radio los nervios se multiplican por diez, no hay referencia exacta de la ubicación del balón, el peligro no se puede cuantificar y los silencios o cuñas publicitarias resultan matadores.

La cosa pinta bien porque en el minuto 28 la Roma se queda con uno menos por expulsión de Womé, pero la renta es mínima, en lo práctico de medio gol, mi reino por cascarles uno y así subir el margen a dos con la aseguración de la prórroga.

Pero poco después Delvecchio inaugura el marcador, 1-0 para la Roma y por el valor doble de los goles con este marcador estamos en la puta calle. Nos vamos al descanso, tumbado en la cama con el transistor a todo trapo empiezo a verlo chino chano, sólo nos falta un golito pero así narrado por la radio no lo termino de ver.

Arranca la segunda parte y no llegan buenas nuevas porque el conjunto romano ha podido marcar el segundo en un mano a mano de Delvecchio. Pero en el 58 una internada de Serena, el único italiano potable de todo el séquito del innombrable, termina en un remate cruzado de Carlitos Aguilera que va al fondo de las mallas. Digo Carlos porque es su verdadero nombre, no Juan Carlos como se puede ver en algunas webs y hasta en cromos.

Pego un salto en la cama que ni Jordan, ¡Yiiiiiijaaa! El gol del madrileño vale su peso en oro porque ahora nuestro rival necesita uno para forzar el tiempo extra. Mi felicidad es inmensa porque además Carlitos siempre fue una de mis debilidades, nunca tuvo que salir del equipo, mejor lateral que Geli y con todos sus años en el club nunca pudo ganar una Liga, si bien él siempre ha reconocido que se siente tan ganador de esa Liga como cualquiera de nosotros, porque él es del Atleti aunque esos años jugase en Tenerife, que además se marcó el moco fallando una ocasión clarísima ante Molina.

Se ha logrado el empate pero no está hecho ni mucho menos, los romanos están con uno menos pero con un gol vamos a la prórroga y ya tenemos el precedente de la Caldera de que con bien poco, o mejor dicho con nada, nos cascaron uno.

Ahora entro en la fase de sufrimiento extremo, porque no hay peor tortura que defender una renta mínima. Media horita que se me hace eterna, más cuando no tengo imágenes y lo tengo que seguir por la radio.

Que se termine ya, el reloj no avanza y el locutor no para de gritar peligro a favor de la Roma. Poco a poco se van arañando segundos al cronómetro, ya sólo quedan quince minutos, diez, cinco... ¡Vamos que está hecho!

Hasta que en el 89 Roberto Fresnedoso (en un pase de Juninho) en remate forzado bate a Chimenti con un fallo clamoroso de éste. Da igual las maneras, ese gol supone el fin a mi sufrimiento porque ahora la Roma necesitaría tres goles para mandarnos a casa, cosa que no va a suceder.

El Atleti es semifinalista de la Copa de la UEFA, por fin le hemos dado billete a un equipo italiano... pero para billete el rojiblanco de dos mil pesetas que me va a tener que dar un madridista. Decidme que no es un final made in Hollywood.




Hasta la próxima compañeros 😊

Miguel Gonzalez
Autor del "Anuario de un doblete"

domingo, 20 de enero de 2019

"Estreno en el Metropolitano"



La primera vez que fui al Metropolitano fue hace poco más de un año. Lo recuerdo perfectamente, hacia un frío tremendo, aunque la verdad es que no me importó, sólo quería ver a mi equipo.

Ese día fui con mi padre, y nos tomamos un buen bocata de panceta para estar a punto y animar.

Cuando por fin entramos al estadio, me quedé impresionada, pero no por el estadio en si, sino por el ambiente y la gente.
Ese día fue uno de los que tuve más emociones contradictorias, pasaba de estar sufriendo y con los nervios a flor de piel, a estar  saltando y gritando mientras animábamos. Lo que nunca te puede pasar es que te aburras, si no estas cantando, estas pendiente del balón .

Recuerdo que ese día empatamos, me sentí un poco mal por el resultado, pero no me importó, porque había pasado el mejor rato de mi vida.


Aunque esto no sólo lo sentí ese día, eso es lo que se siente todos los partidos, porque ser del Atleti es estar ahí siempre, tanto en las buenas como en las malas.

AUPA ATLETI !



Lydia Cañamares Casas. (12 años)





domingo, 13 de enero de 2019

Peña Atletica de La Habana - Cuba


Muchos se preguntan quienes somos la Peña Atlética de la Habana.


Somos ese grupo de aficionados que salimos sin conocernos de ningún lado y creamos una familia a base de valores y pasión atlética. Somos esos que nos dejamos la garganta en cada partido dando un repaso de afición sin importar el resultado. Somos aquellos que transcienden el fútbol más allá de 90 minutos llevándolo a la vida diaria, ayudándonos mutuamente. 




Somos aquellos que  al ritmo de un gol saltamos tanto que apagamos los televisores. Somos aquellos que se juntan después de cada partido a festejar que somos más que un club, que alquilamos un bus y vamos por toda la Habana cantando nuestros cánticos y nuestro himno, los que a pesar de no estar en Madrid buscamos nuestra propia estatua de Neptuno para celebrar nuestros títulos. Somos aquellos que soiendo pocos somos a la vez muchos en corazón contra más de 10 de millones de cubanos. Somos esos que recorremos el país buscando a esos hinchas del Atleti que piensan que son los únicos y decirles que jamás caminarán solos, que ya tienen casa. Somos esos que transmitimos a toda hora llevando a todos los lados al Atlético de Madrid sin que sea fin de semana. Somos aquellos que viven la vida al sonido de un te quiero atleti  lolololo......



Dándonos igual el sitio dónde estemos. Sí, llámennos locos, nos da igual. Somos la Habana, somos Cuba rojiblanca.


Raydel Nuñez Pacheco

Peña Atletica de La Habana, nº825
Cuba

domingo, 6 de enero de 2019

Jimmy "Pichichi" Hasselbaink





La teoría del valor-trabajo considera que el valor de un bien o servicio depende directamente de la cantidad de trabajo que lleva incorporado. Para la teoría neoclásica, el valor es una magnitud subjetiva que se mide por la estima en que el público valore un objeto.

El protagonista de este escrito va a ser el bien, el contexto que le rodeó en su única temporada defendiendo nuestra camiseta fue el que subjetiva e injustamente dictó su valor neto como jugador.

Esta subjetividad ha deparado que en temporadas exitosas jugadores que no tuvieron un rendimiento óptimo fuesen recordados con bastante aprecio. En la mejor temporada de la historia del Club, la del Doblete, a la plantilla apenas se le buscaron pegas en cuanto a que si a tal futbolista le faltó gol, regularidad o entrega.

Como nos va la marcha e invertir tendencias apenas una Olimpiada más tarde nos tocó vivir la peor temporada, la del cambio de Milenio.

En este caso tenemos el efecto contrario, todo jugador militante de esa plantilla pasa a tener un asterisco de apreciación negativa. Sí, fuiste bueno y tal... pero tú fuiste uno de los causantes de que se perdiera la categoría. Con la paradoja de que a algunos les tocó vivir los polos opuestos de felicidad; el aficionado en este caso, al menos en ese instante, cambió por completo la valoración histórica de esos jugadores.

El nivel y entrega, de la plantilla en la temporada 99-2000, ya entraremos en más detalles, fue absolutamente lamentable... con una excepción, no es otra que Jimmy Floyd Hasselbaink.

El jugador neerlandés pese a realizar una primera vuelta de ensueño (de las mejor primeras vueltas para un artillero colchonero, logrando nada menos que 17 días, es decir, en medio curso superando los 16 goles de Penev en toda la Liga del Doblete, con el añadido de que al ser una Liga de 22 tuvo 4 jornadas más) no sólo no fue idolatrado sino que hasta tuvo sufrir abucheos y lo más injusto: se le acusa de ser el que selló nuestro certificado de defunción.

Jimmy aterriza en un Atleti que el año anterior ha coqueteado cosa linda con el descenso, Sacchi demostró ser venta de humo. Su Milan en realidad sólo ganó un Scudetto y sus 2 Copas de Europas sin el bochornoso suceso contra el Estrella Roja no formarían parte de sus vitrinas. Como seleccionador de Italia tuvo la potra de que un jugador en el que no confiaba, Roberto Baggio, le salvó el culo y literalmente llevó al equipo a la final.

Para la siguiente temporada nos traemos a un compatriota suyo, Claudio Ranieri, no va a ser venta de humo sino algo mucho peor, un verdadero Veleta, a poco que ve que el banquillo colchonero es un señor jamón se da el piro.

Con Sacchi el equipo debería girar en torno a Vieri, que en la 97-98 se coronó con su media de un gol por partido en Liga, sus 5 goles en el Mundial pese a caer en cuartos y, cómo no, ese gol imposible ante el Paok que dio la vuelta al Mundo.

El artillero transalpino se enamoró de una italiana, dejó tirado a Sacchi y al Atleti, con la temporada empezada no se pudo fichar un nueve de garantías y el peaje de ese capricho de quinceañero fue tener unos problemas terribles arriba, que como hemos comentado desembocó en que las pasaremos putísimas en Liga.

Para el ejercicio siguiente se ha tomado nota, es primordial fichar a un delantero centro de primer nivel: Hasselbaink, no es muy mediático aquí en España, tampoco es ningún chaval, 27 años, pero tiene el aval de ser Pichichi en Ligas tan dispares como la portuguesa o la Premier.

El arranque liguero es un verdadero desastre con 3 derrotas seguidas, Hasselbaink no ve puerta, se le empieza a tildar de pufo, hasta que en la 4ª jornada abre la lata, antes lo hizo en UEFA ante un rival de medio pelo, y desde ahí se va a mover en unos registros dignos del mejor delantero de Europa.

Sí, Jimmy va lograr de la jornada 4ª a la 20ª nada menos que 18 goles, que sólo el inicio troll de Salva Ballesta con el Racing impide que sea la bota de oro provisional europea.

Consigue esa cifra monstruosa en un equipo que no tiene alma y que desde el día de la lotería con la intervención judicial va a ser un cadáver andante.

Pero Jimmy es ajeno a todo eso, con su potencia y disparo vuelve locas a todas la defensas, no necesita una ocasión clara, únicamente armar su pierna para soltar un latigazo mortal.

Las jugadas a balón parado pasan a ser nuestra primera baza ofensiva. En la Caldera se saliva cada vez que hay un libre directo a favor, porque con Jimmy aunque la falta sea en Parla es una ocasión de peligro.

No exageramos, en un partido ante la Real con narración del Plus Carlos Martínez antes del lanzamiento va a soltar: "Es una falta muy lejana, incluso para Hasselbaink," Su misil tierra-aire acabó en el fondo de las mallas donostiarras.

Aunque para obús el lanzado ante el Wolfsburgo. Si en la serie Campeones los trallazos de Mark Lenders rompían redes y abrían boquetes en las paredes éste de Hasselbaink no va a ser menos, si lo visualizáis en YouTube tened cuidado de que no perfore vuestra pantalla.



El porcentaje de goles de Jimmy sobre el total del equipo empieza a ser un escándalo, difícil encontrar una dependencia goleadora de tamaño calibre en la historia del club, porque Jimmy puede estar cuadruplicando al siguiente artillero del equipo, un verdadero disparate.

Como es un año pesadilla, en el que el resto no juega un pimiento, nuestro nueve pasa a ser el ídolo de la afición, en las gradas no para de sonar el cántico de su nombre con la melodía del tema central de El puente sobre el Río Kwai, que va a tener su máxima difusión cuando meta 2 zambombazos en el Bernabéu y le demos en toda la trompa al vecino.

Es un puto espectáculo, en Málaga incluso demuestra que puede marcar un gol de falta sin hacer el animal, disparando a colocar, ya no puede hacer algo más heavy... bueno, sí.

La acción va a ocurrir ante el Oviedo precisamente el día de la intervención, Hasselbaink logra 2 goles pero uno de ellos es antológico.

En una contra el defensor ovetense literalmente trata de pararlo con un placaje de rugby, y Hasselbaink se lo lleva puesto, como Aquiles cuando aniquila a Héctor. No termina ahí, Jimmy se va a plantar solo ante el meta carbayón, pero como tiene tal confianza en su disparo lanza su proyectil que imaginad donde fue a parar.

Estuve ese día en la Caldera y el aficionado que tenía al lado se levantó gritando: "Un negro caído del cielo".

Porque eso fue el holandés, un milagro caído del cielo, la única luz en el largo túnel oscuro que era esa temporada. Personalmente era lo único que me hacía mantener la fe: estamos muy mal pero con él nos salvaremos.

Un año en lo personal verdaderamente asqueroso, porque con el Atleti he tenido un mimetismo como Elliott con ET, si el equipo va mal, mi vida va mal. Los partidos del Atleti de ese año son como gasolina que reaviva el fuego de mi año patético.

La mayoría de partidos los dan en el Plus, voy a verlos a casa de mis tíos de Cartagena, ellos en el salón se echan unas risas con 7 Vidas, al despedirme me preguntan ¿Cómo han quedado? Lleno de rabia respondo que hemos perdido. Mi tío le susurra a su mujer que joder, cada vez que voy me vuelvo escocido, con verdadera lástima porque a ellos el fútbol ni les va ni les viene.

Con la segunda vuelta paupérrima que nos estamos marcando empiezo a ser consciente de que lo de perder la categoría empieza a cobrar fuerza, no se gana un puñetero partido. Por mor de ser el peor equipo del campeonato la teta de Jimmy no puede dar más leche y sus registros bajan, pese a ello firma unos grandes números con 24 goles ligueros y 35 en total.

Pero el holandés se emperra en demostrar que él sólo puede cambiar nuestro sino. En la eliminatoria de UEFA contra el Lens va a ser escandaloso lo que va a ofrecer y la nula réplica que va a tener de sus compañeros. En la Caldera de puro milagro nos vamos con un 2-2, los 2 goles por supuesto que suyos. Viajamos a Francia teniendo que ganar, el equipo no pasa del centro del campo, nos cascan 2, se pasa verdadera vergüenza, o como dice Jimmy en las entrevistas, "fergüenza", hasta que en un lanzamiento lejano establece el 2-1 e increíblemente el equipo está a un solo gol de forzar la prórroga. No pudo ser y nos mandaron para casa.

Todavía seguimos vivos en Copa y en semis ante el Barça va a lograr un gol espectacular, de verdadero manual para un delantero, control, giro y zapatazo, goleamos y en la vuelta nuestro rival decide no presentarse, con lo que somos finalistas, pudiendo darse el caso de jugar en Europa militando en Segunda división.

En Liga se siguen escapando puntos y ya es una muerte anunciada, sólo queda confirmarlo matemáticamente. El primer match ball llega en Oviedo, las cuentas son claras, o ganamos o nos vamos directamente al hoyo.

Empezamos palmando 2-0, ya está casi confirmado porque habría que marcar 3 goles. Logramos el 2-1 y Hasselbaink una vez más nos hace soñar porque establece el 2-2 en el 77 con lo que se puede posponer una semana nuestra muerte si marcamos otro.

Se produce entonces un penalti a favor, lo va a lanzar Jimmy, se come toda la responsabilidad, como los grandes de la historia lo falla en un momento inoportuno, ya somos equipo de Segunda. Si bien ese falló selló nuestro descenso, Hasselbaink hizo posible que no hubiésemos bajado 2 meses antes.

Con una sensación rarísima afrontamos la final de Copa, sabiendo que nos va a tocar al menos un añito en el infierno. 
La final la tira al retrete Toni con una acción infantil ante Tamudo al inicio de la contienda, con lo vital que es adelantarse en una final, nos vuelven a cascar otro y Hasselbaink logró un gol que sin la estupidez de Toni nos habría mandando a la prórroga.

Se ha perdido la categoría y como es lógico hay jugadores que no pueden seguir en el Club, nuestro delantero se malvende, los equipos se aprovechan de nuestra situación sabiendo que las fichas de nuestras estrellas son inasumibles y se va a parar nada menos que al Chelsea, donde volverá a ser Pichichi.

A Jimmy esta vez se le tilda de traidor, cuando ni el Santo Job en esa situación habría peregrinado en el desierto con nosotros.

Desgraciadamente esto es el legado de Hasselbaink, más malos recuerdos que buenos, un jugador que si hubiera venido en una etapa ganadora y hubiese disputado al menos 5 temporadas sería una verdadera leyenda. Estuvo únicamente una temporada y su rendimiento fue escandaloso.

Muy poco valorado y reconocido pero para mí es uno de mis 5 jugadores preferidos de siempre, precisamente por eso, por darme tanta felicidad en un año que todo eran desgracias.



Por siempre: Jimmy, Pichichi Hasselbaink, Jimmy, Pichichi Hasselbaink, Jimmy, lolo lololo lolo lololo lololo lolooooo


Miguel Gonzalez
Autor del "Anuario de un doblete"