jueves, 31 de enero de 2019

Eliminatoria UEFA Atleti - Roma del 99

Al mudarme a Cartagena y debatir sobre el deporte rey lo primero que me llamó la atención es que en esas tierras la palabra "Atleti" sonaba a chino. Tal es así que cuando me preguntaban de qué equipo era respondía:  del Atleti; ellos reaccionaban con incredulidad: y siendo de Madrid ¿Cómo que eres de un equipo vasco?

Mi replica era que no: del Atlético de Madrid, con lo que por fin caían y te soltaban, aaah... del Atlético. Palabro que nunca me ha gustado para definir al equipo, sí al seguidor. Como aclaración todo nace de que en la Región de Murcia la consonante final se hace casi muda y con "Atleti" ellos entienden "Athletic".

Una vez aclarado ante ellos cuál es el equipo de mis amores, el primer calificativo que obtengo (sin ninguna mala intención) es el de sufridor. Digo lo de la no mala intención porque al seguidor madridista de esos lares nuestro equipo no le genera antipatía. Eso, que somos un equipo sufridor.

La eliminatoria que vamos a despedazar a continuación viene al pelo, ya que en ella sufrí más que los concursantes del un, dos, tres que Chicho Ibáñez Serrador encerraba en una jaula.


Retrocedemos al año 99, mes de marzo. Antic tras tres años en los que ha dejado un legado inolvidable, pocas veces a un técnico se le despidió como a un héroe, ha abandonado el timón de la nave colchonera.

Al frente de esta se halla un técnico que como comentamos en el artículo de Hasselbaink tiene un cartel envidiable pero que su valía en realidad es más falsa que un disco de Milli Vanilli.

A Radomir se le acusó de que una vez que el equipo perdió su mojo del año del Doblete ya no era tan competitivo. Pues bien, con el entrenador "molón" que ahora nos dirige no sólo no somos competitivos sino que el equipo no juega un pimiento.

Sí, ver al Atleti se ha convertido en una verdadera tortura, con el técnico del fútbol total alcanzamos meses épicos de espectáculo, como el de diciembre. En el mes que cierra el año el equipo se casca tres empates a cero de los cuatros partidos que disputó.

La temporada pinta mal, porque la Liga está imposible y con un equipo sin delantero centro puro ganar un torneo del KO se antoja un milagro. Además, sin ser conscientes de ello, al cambiar de sponsor en la marca de la equipación vamos a a instalarnos un virus peor que un troyano.

Llevábamos varios años luciendo equipaciones Puma, quitando un par de años todas de un corte muy clásico. Reebok pasa a ser el proveedor oficial de ropa y en los tres añitos que nos va a vestir vamos a comernos un casi descenso, un descenso y un gatillazo en Segunda.

Como suele suceder en los casos de mala marcha liguera el aficionado deposita todas sus ilusiones en los torneos a eliminatoria. Este año jugamos UEFA, por mor de haberla logrado sufriendo, les suena la palabra, en la última jornada de la campaña anterior contra el Racing. Cabe destacar que Sacchi puso como una de sus dos condiciones para venir que el equipo jugase competición europea, la otra fue mantener a Vieri que al final le dejó, nos dejó, más tirados que a una colilla.

Esta temporada es una competición más asequible debido a que por vez primera la Champions League la va a jugar más de un equipo por país, por tanto deja de ser el torneo más complicado de ganar de los tres europeos, con lo que vamos despachando a rivales de poco caché en las primeras rondas.

Llegamos a octavos y nos enfrentamos a la Real Sociedad, un partido espectacular con prórroga incluida en la Caldera (salpicado por un suceso ajeno a lo deportivo en los aledaños del estadio) nos da el pase a cuartos de final.

Sólo quedan ocho equipos y la morralla ya ha desaparecido, para pasar a semis nos va a tocar darnos de mamporros con un equipo de más entidad que los anteriores. La bolita nos empareja con la Roma.

La primera reacción de Jesús Gil es de pánico, bajo su mandato siempre hemos hecho las maletas ante equipos de la bota (Fiorentina, Parma y Lazio), con la mala uva además de que se perdieron injustamente por mala suerte y/o robos y nuestro rival llegó en el peor de los casos a la final de la competición.

La Roma es un conjunto menos conocido aquí en España por su historia reciente, pero cuentan en sus filas con un centro del campo que es el eje de la selección azzurra, un defensor del que sobran las presentaciones: Cafú, y un jugador que ya nos enamoró con su actuación ante España en un partido disputado hace apenas unos meses: Totti. En dicho partido tuvieron una actuación espectacular Valerón y Helguera. El primero milita en nuestras filas, pero Juan Carlos teniendo un talentazo sólo al alcance de los más privilegiados posee la personalidad de una ameba, hecho por el que aquí nunca terminará de romper.

Helguera curiosamente la temporada anterior jugó en la Roma y chupó banquillo de lo lindo. Por ello tuvo que marcharse al Espanyol para después fichar por el Madrid. Éste jugador destacará por su juego pero también por soltar un lapo en cada sustitución. También levantará mucho morbo cuando un famoso presentador de televisión anuncie la primicia de que un jugador de Primera está a punto de salir del armario y todas las miradas apunten a él, entre otros detalles por su look con collares de perro. Hecho que quedará desmentido posteriormente.

El partido de ida se disputa el 2 de marzo. Sacchi ya se ha dado el piro y tenemos que poner en el banquillo un entrenador parche, en este caso Carlos Aguiar.  Afortunadamente se abandona el juego de fútbol sin porterías del anterior técnico, pero no se pueden deshacer los desaguisados como la no renovación de Caminero por "viejo", cuando estaba de sobra capacitado para jugar al menos de central, mucho más viendo la chusma que nos trajo el erudito Arrigo: si decimos que Torrisi es un futbolista estamos empleando un eufemismo.

El choque se juega al clásico ritmo de ida europea, conservadurismo, pensando que es un duelo de 180 minutos y en lo vital que es mantener la puerta a cero.  El equipo hace un partido muy muy serio y con goles de José Mari y Roberto Fresnedoso se hace con un marcador que a poco del final parece definitivo.

La Roma no ha hecho absolutamente nada, apenas ha pisado el área de Molina, el pase parece hecho porque el 2-0 en Europa es un resultado muy complicado de voltear. Pero como con los italianos hay un gafe en el 75 se produce una falta aparentemente inofensiva, la ejecuta Di Biagio, que fue el que falló el penalti en el Mundial de Francia que mandó a su equipo para casa, nos cascan el 2-1 y nos quedamos todos con un careto de tontos que no te puedes imaginar.


Tremendo! Le hemos dado un auténtico baño a la Roma, no sólo no nos vamos con un marcador de casi sentencia sino que ellos son los que arrancan un resultado que les deja a tiro el pase a semis, ya que el 1-0 les valdría.

Nos la han vuelto a hacer, teníamos la eliminatoria en el bote y ahora vamos a tener un duelo a muerte en el Olímpico. Vamos a vivir un verdadero combate de gladiadores, en este caso el emperador no tendrá clemencia con el derrotado y su pulgar apuntará hacia abajo.

Mientras tanto, en lo personal me encuentro en Cartagena, para no molestar a mi abuela (con la que estoy viviendo) acudo a comer entre semana a una residencia militar. Allí pues os podéis imaginar en lo futbolero, vikingada presente como en mi época de insti, eso sí, menos forofos y como comentamos al principio menos anti-Atleti.

Uno de los que más les tira el fútbol es Richar, madridista pero de esos que no te vende que Lasa es mejor que Toni como te pasaba hace unos años. Incluso me confiesa que quiere que pasemos porque somos un equipo español... pero que vamos a palmar. Yo que suelo ver los partidos clave con bastante objetividad le replico que no, que nos vamos a pasar por la piedra a la Roma porque en la Caldera fuimos muy superiores y el resultado no reflejó la diferencia. Él insiste que el Olímpico va a ser otra historia, que me deje de pamplinas y que si quiero nos apostamos 2.000 pesetas.

Para mí dos talegos en ese momento estudiantil puede suponer la supervivencia fiestera una semana, así que no me puedo andar con tonterías. Pero tal es el convencimiento que tengo de que pasamos que recojo su guante lanzado, acepto el envite y en juego no sólo hay el pase a semis del equipo de mis amores, sino una cantidad que para un jugador de la plantilla podría ser un cuarto de nómina mensual.

Ya sólo queda ver el partido y que Dios reparta suerte... bueno, tampoco. Para aumentar mi nerviosismo me encuentro con que el partido sólo es retransmitido por Vía Digital. Esta nueva plataforma de pago (posteriormente se fusionará con Canal + para formar Digital Plus) apenas tiene abonados, la inmensa mayoría opta por Canal Plus, con lo tengo que recorrerme uno a uno todos los bares de la ciudad en busca de uno que dé el partido.

Mi esfuerzo en vano porque ninguno de ellos lo va a ofrecer. Decaído acudo a mi casa asimilando que no me va a quedar otra que seguirlo por la radio. Es la primera vez que me va a suceder con un partido europeo del Atleti y encima con tantísimo en juego.

Si ya se sufre viendo los encuentros por televisión por radio los nervios se multiplican por diez, no hay referencia exacta de la ubicación del balón, el peligro no se puede cuantificar y los silencios o cuñas publicitarias resultan matadores.

La cosa pinta bien porque en el minuto 28 la Roma se queda con uno menos por expulsión de Womé, pero la renta es mínima, en lo práctico de medio gol, mi reino por cascarles uno y así subir el margen a dos con la aseguración de la prórroga.

Pero poco después Delvecchio inaugura el marcador, 1-0 para la Roma y por el valor doble de los goles con este marcador estamos en la puta calle. Nos vamos al descanso, tumbado en la cama con el transistor a todo trapo empiezo a verlo chino chano, sólo nos falta un golito pero así narrado por la radio no lo termino de ver.

Arranca la segunda parte y no llegan buenas nuevas porque el conjunto romano ha podido marcar el segundo en un mano a mano de Delvecchio. Pero en el 58 una internada de Serena, el único italiano potable de todo el séquito del innombrable, termina en un remate cruzado de Carlitos Aguilera que va al fondo de las mallas. Digo Carlos porque es su verdadero nombre, no Juan Carlos como se puede ver en algunas webs y hasta en cromos.

Pego un salto en la cama que ni Jordan, ¡Yiiiiiijaaa! El gol del madrileño vale su peso en oro porque ahora nuestro rival necesita uno para forzar el tiempo extra. Mi felicidad es inmensa porque además Carlitos siempre fue una de mis debilidades, nunca tuvo que salir del equipo, mejor lateral que Geli y con todos sus años en el club nunca pudo ganar una Liga, si bien él siempre ha reconocido que se siente tan ganador de esa Liga como cualquiera de nosotros, porque él es del Atleti aunque esos años jugase en Tenerife, que además se marcó el moco fallando una ocasión clarísima ante Molina.

Se ha logrado el empate pero no está hecho ni mucho menos, los romanos están con uno menos pero con un gol vamos a la prórroga y ya tenemos el precedente de la Caldera de que con bien poco, o mejor dicho con nada, nos cascaron uno.

Ahora entro en la fase de sufrimiento extremo, porque no hay peor tortura que defender una renta mínima. Media horita que se me hace eterna, más cuando no tengo imágenes y lo tengo que seguir por la radio.

Que se termine ya, el reloj no avanza y el locutor no para de gritar peligro a favor de la Roma. Poco a poco se van arañando segundos al cronómetro, ya sólo quedan quince minutos, diez, cinco... ¡Vamos que está hecho!

Hasta que en el 89 Roberto Fresnedoso (en un pase de Juninho) en remate forzado bate a Chimenti con un fallo clamoroso de éste. Da igual las maneras, ese gol supone el fin a mi sufrimiento porque ahora la Roma necesitaría tres goles para mandarnos a casa, cosa que no va a suceder.

El Atleti es semifinalista de la Copa de la UEFA, por fin le hemos dado billete a un equipo italiano... pero para billete el rojiblanco de dos mil pesetas que me va a tener que dar un madridista. Decidme que no es un final made in Hollywood.




Hasta la próxima compañeros 😊

Miguel Gonzalez
Autor del "Anuario de un doblete"

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