lunes, 1 de mayo de 2017

Corría el año 1976… y un árbitro expulsó a Gárate

Por Damián Muñoz

Corría el año 1976, y el 2 de mayo se jugaba la jornada 32ª del Campeonato Nacional de  Liga de la temporada 1975/1976. Faltaban tres jornadas para que la temporada llegara a su final y el campeonato aún no estaba decidido. Tres equipos tenían posibilidades de ser campeón: el Real Madrid, que marchaba en primera posición, el Atleti, que era segundo, y el Barcelona. 

La referida jornada 32 era muy importante y dos partidos resaltaban sobre el resto, el que jugaban el Real Madrid y el Barcelona en el Santiago Bernabéu y el que disputaban el R.C.D. Español y el Atlético de  Madrid en el Estadio de la Carretera de Sarriá. Dependiendo de los resultados de ambos partidos, y teniendo en cuenta que en la última jornada se jugaba un Real Madrid - Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu, la liga podía dar un giro de 180º o bien quedar sentenciada a falta de dos jornadas para el final. Pero corría el año 1976 y aquellos eran tiempos que anunciaban cambios en la sociedad española  y, por consiguiente, eran complejos y poco previsibles, lo que hizo que el desarrollo de la jornada liguera no fuera el habitual de un domingo cualquiera.


El 20 de noviembre de 1975 había fallecido Francisco Franco, anterior Jefe del Estado, y las autoridades del momento temían que la celebración del 1 de mayo, Fiesta del Trabajo, trajera aparejada manifestaciones y reivindicaciones de los partidos políticos y de los sindicatos, aún en la clandestinidad, dado que la Ley para la Reforma Política fue posteriormente aprobada el 18 de noviembre de 1976 por las Cortes franquistas.

La Federación Española de Fútbol, siguiendo las indicaciones del Gobierno de la nación, programó los dos partidos, que concitaban el interés de los aficionados, en horarios excepcionales y con televisión en directo, hecho totalmente inhabitual en aquella época, para el viernes día 30 de abril, en horario nocturno, el Real Madrid – Barcelona, y para el sábado 1 de mayo, en horario de tarde, el Español – Atlético de Madrid, respectivamente.

Como el resultado en el Santiago Bernabéu fue de 0-2 a favor del Barcelona, con goles de Rexach y de Heredia, el partido de la Carretera de Sarria adquirió una gran importancia para el desenlace del campeonato y el Atleti se presentó en Barcelona, aquel 1º de mayo  tan atípico, dispuesto a conseguir en el terreno de juego lo que la Real Federación Española de Fútbol le estaba negando a lo largo de toda la segunda vuelta del campeonato. 

El Club había planificado mal la temporada y los fichajes de los brasileños Ivo y Sena no cubrían las expectativas de los aficionados, pero la deslumbrante actuación de Pereira y Leivinha en el Trofeo Carranza, con un repaso en toda regla al Real Madrid, y su posterior fichaje por el Atleti cambió radicalmente la situación. Desde la penúltima posición en la tabla de clasificación, en la jornada 3 del campeonato, hasta alcanzar el liderato en la última jornada de la primera vuelta, 1-0 al Real Madrid, con gol de Leal, transcurrieron 14 jornadas. Fueron unos meses brillantes donde se consiguieron 11 triunfos, algunos de ellos imborrables de la memoria de los colchoneros, como el 4-1 al Salamanca, en el debut de los nuevos ídolos (con tres goles de Leivinha); o el 3-4 en Granada, donde se marcó el cuarto gol estando el Atleti con diez jugadores por la expulsión de Panadero Díaz, remontando un 2-0 inicial. Todo era ilusión y optimismo en  la hinchada rojiblanca, que nuevamente veía ante sus ojos un equipo campeón.  

Está claro que la consecución del título de campeón de invierno y la consolidación del liderato en la primera jornada de la segunda vuelta despertó a los poderes fácticos federativos y a partir de ese momento todo fueron inconvenientes,  adversidades en forma de lesiones graves, como la de Fraguas en Salamanca, donde fue salvajemente cazado, con rotura de tibia y peroné, o la de Luis Pereira en la rodilla, y arbitrajes descarados en contra del Atleti. La situación llegó a tal punto que D. Vicente Calderón declaró públicamente sus sospechas sobre las parciales actuaciones arbitrales, señalando: “Tenemos absoluta desconfianza y pedimos una investigación”.

Así se llega a la antepenúltima jornada, y al referido 1 de mayo de 1976, donde el Atleti es nuevamente atracado por la actuación arbitral, pierde 1-0, y en el que tuvo lugar el mayor oprobio e insulto a la inteligencia que se ha podido dar en un terreno de juego. Un árbitro llamado Guruceta (designado para los partidos importantes por el Presidente del Comité Nacional de Árbitros, José Plaza), posteriormente acusado de corrupción por la UEFA, tuvo la desfachatez de expulsar del campo al delantero modélico, al jugador más correcto y educado que ha pisado un terreno de juego, al ingeniero del área, a nuestro querido José Eulogio Gárate. Dos tarjetas amarillas dieron con nuestro nueve en el vestuario. La primera por reclamar un clamoroso penalti cometido sobre Leivinha y la segunda, gravísimo delito, por mover los labios, que Guruceta interpretó, desde el centro del campo y a más de treinta metros de distancia, como desconsideración a su persona. Todo ello consecuencia de que el referido colegiado, muy alejado de la jugada, hubiera señalizado un fuera de juego inexistente al propio Gárate, que encaraba en solitario el área del Español, con el linier dando validez a la jugada.


Ante semejante ultraje, Leal llegó a comentar que les habían robado la liga jornada tras jornada, el Atleti termina el campeonato en tercera posición.

 Casi dos meses después, el 26 de junio el Atleti se proclama Campeón de Copa, trofeo que obra en propiedad del Club, al ser la última Copa del Generalísimo que se disputaba, con gol de Gárate, el último de su grandiosa carrera. El hongo que lo retiraría ya estaba en el interior de su rodilla, desde el partido con el Elche, jugado el 1 de febrero de 1976.

El 3 de julio de aquel año Adolfo Suárez fue nombrado Presidente del Gobierno por el Rey Juan Carlos, y a partir de ese momento se precipitaron los acontecimientos. Llegó la llamada transición a la democracia y con ella las primeras elecciones democráticas en junio de 1977. Un mes antes, el 15 de mayo, el Atleti ganó la Liga en el Santiago Bernabéu, 1-1, con gol de Rubén Cano, pero esas son otras batallas y otras historias.



Damián E. Muñoz Flores

7 comentarios:

  1. Qué buen artículo. Hay que tener muy presente lo que es la historia de nuestro club. Recuerdo el disgusto que me llevé viendo por la televisión como expulsaba Guruceta injustamente a Garate, un autentico caballero del futbol como nunca he visto. Un señor

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  2. Soberbio artículo sobre esa injusta expulsión. Recuerdo que Guruceta empezó mal ese partido, obligando a los jugadores del Atleti a cambiarse la camiseta. Estos salieron al campo con la casaca azul que se ve en la primera foto y posaron con ella. Luego Guruceta ordenó que se retiraran al vestuario y que se pusieran la rojiblanca, que combinaron con el pantalón blanco.

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  3. Magnífico relato, pleno de sabiduría y de cariño por nuestros colores. Gracias, Damián!

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  4. Recuerdo muy bien esa historia. Gureceta era el mandado por la dictadura para que los grandes lo ganaran todo. Puto fútbol, puta dictadura.

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  5. Extraordinario, como siempre, Damián. Muy bien contextualizado y rezumando conocimiento atlético. ¡Gracias, maestro!

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  6. Siempre se aprende un robo más.

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  7. Pero lo importante para mi es nuestra trayectoria, siempre arriba siempre peleando por nuevas metas con un espiritu constructivo que nos lleva a esta situacion actual donde lo mejor efectivamente esta por venir. AUPA ATLETI SIEMPRE

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