sábado, 27 de mayo de 2017

Siempre será mi estadio

Por Dory Abad


Yo soy del Atlético de Madrid, tengo la misma edad que el Vicente Calderón.

Entre mi padre y mi madre y unos cuantos amigos más me tenían que callar, por que no veas que pulmones tenía en aquella época. Mi madre tranquilamente me podía dar la teta en el campo, que nadie se escandalizaba, no como ahora, que ven una teta y es como si no hubiesen visto nunca ninguna; es increíble y encima la señora que la está dando lo pasa fatal porque todo el mundo la mira como si en vez de dar el pecho estuviera haciendo un striptease. ¡Qué pecao!

Bueno, con esto quiero deciros que en ese estadio he pasado los momentos más bonitos y emocionantes de mi vida. En ese estadio me salieron los dientes, para poder comerme todo tipo de manjares que se compartían entre los jefes indios, unas ristras de chorizo para empezar bien el partido, regado con un buen vino y un queso curado, que se te saltaban las lágrimas, ah y el pan que no falte, en abundancia, que no faltara la cervecita fresquita, fresquita... y no penséis que porque estuvieran comiendo y bebiendo se iban a perder ripio del partido, que vaaaa, todavía veían mejor las jugadas y si era gol lo celebraban con una alegría, que los Atléticos de buen saber seguimos celebrando aunque estemos de camino al aseo... ¡si es que tenemos una intuición general que eso no se ha perdido con las generaciones!



Y esos puros que pasaban de mano en mano hasta que llegaban al último de la fila y se terminaba la caja, que parecía que los tuvieran contados, pero que va, es que siempre les salía la cuenta justa, aunque alguno no fumara ese día, en aquella época nos gustaba el olor y humo de los puros, sin asombros, con naturalidad.

¡Y dicen que ahora vivimos mejor que antes! Ni antes, ni ahora, ni nunca, cambio yo esos años por los de ahora, cuando salíamos fuera del campo y nos tirábamos comentando las jugadas otros 90 minutos más aunque el último autobús saliera a las 9. Ya se solucionaría de alguna manera pero sin nervios, tranquilamente.

Todo y todos hemos cambiado mucho, pero lo que yo quiero decir, es que para mí el Vicente Calderón es y seguirá siendo mi segunda casa y, aunque no lo vea físicamente, para mi seguirá estando ahí, por que hay cosas en esta vida que se te quedan grabadas a fuego en el corazón, y ese eres tú, que tienes alma para todos los atléticos de bien ¡que lo somos casi todos!

Jamás te olvidaremos

Para el que siempre será mi estadio,

Dory Abad

No hay comentarios:

Publicar un comentario