jueves, 28 de septiembre de 2017

28.9.1969: Mi primer partido como titular y mi primer gol

Por Julio Orozco


Hola amigos, y compañeros de  “Bendita Locura”:

No me he podido sustraer a vuestra petición de contaros algo sobre mi primer partido como titular. Siempre es un placer estar con vosotros de una forma o de otra y hoy lo estaré por este, mi día especial.

Por aquellos días entrenábamos en el estadio de Vallehermoso. Ya el primer día de entrenamiento, me llamó Marcel Domingo y me dijo que empezara a pensar en cómo ayudar  al equipo para ganar al Valencia, porque iba a jugar de inicio. De pronto creí en mí mismo y empecé a hincharme, a hincharme... y tuve que correr mucho más que los demás para poder terminar el entrenamiento tal y como había llegado de estilizado.

Y ya en serio, os preguntareis que cómo es que lo recuerdo. Pues porque a pesar de los 48 años, lo he venido comentando desde entonces, siempre que salía la conversación y me preguntaban mis padres, mi hermano, mi mujer, mis hijos, mis nietos…. y muchos amigos “¿qué se sentía al salir a ese pedazo de estadio, con tanta gente y tantas figura a tu lado?”. Y entonces les contaba lo que había vivido durante la semana: desde la conversación con el míster, tenía muchas prisas porque llegara el día y muchos nervios para que tardara en llegar.


Alineación de aquel 28/9/1969: Rodri, Melo, Martínez Jayo, Calleja, Irureta, Eusebio, Ufarte, Salcedo, Luis, Gárate y Orozco
Además fue una semana curiosa. Os contaré algo que poca gente sabe: ese año habían llegado Salcedo y Capón, entre otros,  y el mismo día que el míster me dio la noticia de que iba a jugar el próximo partido de titular, a Salcedo le dijo que se iba a ir al equipo de Segunda, que entonces estaba a punto de ser o era ya el Reyfra. La respuesta de Salcedo fue que se lo tenía que decir a su padre… "Bien, pues habla con tu padre y mañana me cuentas". Al día siguiente nuestro querido amigo Ignacio Salcedo, le contestó  “mi padre dice que yo he fichado para jugar en el primer equipo, así que no me voy". Ésta conversación llegó a oídos de los más veteranos y que mejor reputación tenían en el Club, y hablaron con el míster. Debieron ser tan convincentes sus comentarios, que no solo le convencieron para que no se fuera al equipo de segunda, sino que fue titular y debutó ese mismo domingo conmigo. Y después ya habéis visto lo que fue de éste indolente chaval.

Y ahora llega el domingo 28-9-69. Ya la noche se hace más larga. Y desde la hora del desayuno es otro el ambiente, yo me siento más protagonista, todos me dan ánimos, todos, menos uno que me dice, “sólo tienes que hacer lo que sabes, no quieras inventar nada”, seguro que sabéis a quien me refiero, ya no está con nosotros y era conocido por sus frases que sentenciaban. De ahí hasta la hora del partido, mi peregrinaje a visitar al señor Roca. Al vestirte, las botas te las ajustas varias veces, hacer y deshacer nudos es una forma de relajarte . Y por fin al campo, la piel de erizo, escalofrío total al oír los aplausos de tu gente, pero rueda el balón y se acabó esa semana tan especial. Ahora estoy donde quería y donde, por algo que seguramente he hecho bien, me he merecido. Y ya solo se piensa en ganar a tu defensor en cada jugada. Cuando metí el gol, mi primer gol en la división de honor, el sentimiento fue inexpresable. Es tan grande la descarga de la adrenalina, al escuchar esos gritos y aplausos hacia ti, que flotas.  


Y ahora, una cosa fea que hice ese día.  El jugador que me marcaba era Sol (Juan Cruz Sol). En un centro yo salté y Sol hizo una tijera que casi me quita la cabeza, pero peiné el balón y se lo dejé a güevo a Luis, que marcó el segundo gol. Mi euforia me llevó a mirar a Sol y hacerle un corte de mangas, por esa tijera. A  partir de ese momento, venían a por mí.  Gárate le decía a Marcel Domingo que me quitara, que me iban a cazar , pero el míster me conocía, y no me quitó, y fijaos los defensa que eran (los mayores los conoceréis): Sol y Roberto (los más modositos), pero también estaban  Antón, Vidagany y Barrachina, todos defensas con carácter.
                       
Una vez terminado el partido, te sientes diferente, te sientes mayor,  ya te sientes útil para tu equipo.  Ahora sí,  soy jugador del Atlético de Madrid.

Un abrazo para todos.
Julio Orozco

No hay comentarios:

Publicar un comentario